El problema que surge cuando un gran sector de la sociedad se siente ofendido por pseudo periodistas que se amparan en la libertad de prensa para transmitir noticias falsas en contra del gobierno es uno que merece atención y análisis.
El gobierno de Gustavo Petro comprometido con el combate al narcotráfico ha logrado resultados exitosos en la lucha contra esta grave problemática.
Estamos viviendo un saboteo sistemático de la mayoría de las fuerzas del establecimiento colombiano al accionar del gobierno Petro, una combinación de fuerzas entre los más poderosos grupos financieros, sus medios de comunicación y los organismos de control pretenden hacer invivible la república.
Los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en nuestra sociedad al informar y mantener a la población actualizada sobre eventos y noticias relevantes.
Cuando la libertad de prensa cae en el abismo y se ve manchada por la mentira y la vil difamación, los cimientos de una sociedad democrática se ven amenazados.
La nacionalidad de un delincuente no debería ser el factor principal a considerar al analizar las razones detrás del delito.
Para los medios tradicionales de comunicación es común reclamar ahora que ya no pueden mentir en paz. Estos medios se aferran a sus opiniones como si fueran verdades absolutas, sin darse cuenta de que vivimos en un mundo en constante evolución y en el que se fomenta el debate y la discusión abierta.
Enrique Gómez, nieto del ex presidente Laureano Gómez (el representante más radical de la extrema derecha en Colombia), quiere una Fiscalía «tipo sastre», es decir una Fiscalía que como un traje, se le acomode exactamente a sus medidas y a sus caprichos.
No se deje confundir de los grandes medios de comunicación que quieren «hacer ver» que el problema se debe a un enfrentamiento entre el Presidente de la República y el Fiscal General de la Nación.
El Partido Liberal de Colombia ha sido uno de los principales actores en la política colombiana a lo largo de la historia del país.
