Dolor – Por: Darío Echeverry Jr

Un país que durante décadas vio y sufrió escenas de dolor debería ser especialmente sensible a los actos atroces e inhumanos.
Un país que durante décadas vio y sufrió escenas de dolor debería ser especialmente sensible a los actos atroces e inhumanos.
Se aproximan elecciones al congreso y se repite el fenómeno de siempre, la depredación local de candidatos, o en términos más sencillos, como cada aspirante barranqueño a algún cargo de elección es atacado por sus paisanos, que le ven todos los peros y argumentos en contra habidos y por haber.
Las evidencias científicas demuestran que el cambio climático es una realidad y los riesgos para los seres humanos cada vez serán mayores sino se hace algo para reducir los factores que afectan directamente en el calentamiento global.
Desde hace muchos años ha venido creciendo un movimiento de personas que se declara en contra de las vacunas y gracias a esa opinión, creciente, enfermedades que iban en camino de desaparecer han tenido un nuevo aire y aumentancada año los afectados por ellas.
La creación de lo que llamamos hoy Colombia, como república independiente, fue un proceso difícil y tortuoso, largo y costoso para una nación que aun hoy lucha por reconocerse y diferenciarse.
Lejos de mejorar, la pandemia del covid 19 ha seguido empeorando y la situación de la humanidad es cada vez más difícil, a pesar de que se conocen los medios para evitar los contagios y se cuentan con vacunas, la enfermedad sigue siendo un gran riesgo para la vida.
No fue la caída de la reforma tributaria o de la reforma a la salud, la renuncia del ministro de Hacienda o que se cancelara la Copa América, no esos no fueron los triunfos de la protesta, esos solo fueron resultados de la manifestación colectiva, popular y masiva en el país.