Inicio Ed. Medio Mag El falso centrismo de Humberto de la Calle: por qué no se...

El falso centrismo de Humberto de la Calle: por qué no se puede igualar a Petro con Vargas Lleras

De la Calle y sus aliados del autodenominado “centro” suelen presentarse como independientes, pero a la hora de las decisiones cruciales en el Congreso, terminan alineándose con Germán Vargas Lleras y su bloque opositor para sabotear las reformas sociales que el país necesita con urgencia.

En los últimos días, Humberto de la Calle ha intentado presentarse como un árbitro neutral, un político “centrado” que analiza con objetividad la coyuntura nacional. 

Sin embargo, sus recientes declaraciones en las que pone en el mismo plano la actitud del presidente Gustavo Petro y la de Germán Vargas Lleras son, como mínimo, profundamente equivocadas y, en el fondo, funcionales a los intereses de la derecha tradicional que busca bloquear las reformas sociales que el pueblo eligió en las urnas.

La lógica errada de De La Calle 

De la Calle critica al gobierno por proponer un candidato para la Corte Constitucional, insinuando que se trata de un intento por “manipular” a la justicia. 

Según su lógica, si Petro impulsa un nombre, estaría concibiendo a la Corte como un simple organismo partidista compuesto por “borregos” que obedecen órdenes de sus jefes políticos. 

Lo que omite De la Calle es que proponer candidatos a las cortes es un derecho constitucional de cualquier gobierno, y no hay absolutamente nada ilegítimo en que el Ejecutivo ejerza esa facultad.

Lo preocupante de su postura es que termina equiparando dos situaciones completamente distintas 

Por un lado, un gobierno elegido democráticamente que impulsa reformas sociales respaldadas por la mayoría ciudadana; y por el otro, a Germán Vargas Lleras, un político que, recién llegado de su rehabilitación médica en el exterior, busca imponer una “unidad” alrededor de los enemigos del progresismo con el objetivo explícito de sabotear jurídica y legislativamente cualquier transformación que beneficie a los sectores populares.

En su supuesto centrismo, De la Calle coloca a Petro y a Vargas Lleras en la misma balanza, ocultando los motivos reales que impulsan a cada uno. 

Mientras el gobierno busca concretar los cambios prometidos en su plan de gobierno, la bancada que Vargas dice liderar trabaja día y noche para bloquear esas reformas, defender los privilegios de unos pocos y mantener un modelo que históricamente ha marginado a las mayorías. 

Ponerlos en el mismo nivel es, por decirlo suavemente, deshonesto.

De la Calle también incurre en una falacia cuando plantea que, si se acepta la candidatura de Petro, la Corte quedaría “politizada”. En realidad, toda elección de magistrados tiene un componente ideológico

Es ingenuo pensar que los jueces son seres asépticos, desconectados de la realidad política, social y económica del país. Un togado —por muy recto que sea— tiene convicciones que inevitablemente influyen en sus decisiones. 

Por eso existen las ternas, por eso los bandos proponen sus candidatos, y por eso es legítimo que el gobierno defienda un perfil afín a las reformas sociales que el pueblo votó.

La pregunta que debería plantearse la ciudadanía es sencilla:

¿Queremos una Corte Constitucional conformada por magistrados de corte conservador, alineados con los intereses de las élites que buscan recortar derechos, o preferimos magistrados con una visión progresista, comprometidos con la ampliación de garantías sociales y la defensa de la justicia distributiva?

La doble moral de Humberto de la Calle

Humberto de la Calle, que hoy se escandaliza por la supuesta “politización” de la Corte, guardó un silencio cómplice cuando, durante el gobierno de Juan Manuel Santos —en el que él fue figura destacada—, se repartían contratos y prebendas para asegurar mayorías en el Congreso. 

Nadie lo escuchó entonces denunciar las ternas de Santos, ni acusar al Ejecutivo de manipular las cortes. Hoy, sin embargo, prefiere colocarse en una posición “moralmente superior” mientras deslegitima cualquier acción del actual gobierno.

Su falso centrismo se desnuda cuando llega el momento de votar. 

De la Calle y sus aliados del autodenominado “centro” suelen presentarse como independientes, pero a la hora de las decisiones cruciales en el Congreso, terminan alineándose con Germán Vargas Lleras y su bloque opositor para sabotear las reformas sociales que el país necesita con urgencia.

Más que un análisis objetivo, la postura de Humberto de la Calle es una estrategia política: mantener la narrativa de que “todos son iguales” para restarle legitimidad a un gobierno que intenta cumplir lo que prometió. 

Pero no todos son iguales. Mientras Petro busca transformar, Vargas Lleras busca bloquear. Y eso, por más que De la Calle intente disimularlo, es imposible de ocultar.


Para leer más noticias de Barrancabermeja y el Magdalena Medio pueden dar click aquí