Hoy hay elecciones en todo el territorio de Colombia. Hoy se les acaba el poder a muchos políticos, que creyeron que era eternos, que les iba a durar toda la vida. Hoy perderán en las urnas, muchos de los que hicieron del nepotismo y del despotismo su arma predilecta para permanecer en el poder.
Desde la época de máximo esplendor del Frente de Izquierda Liberal Auténtico – FILA, surgieron en Barrancabermeja cientos de líderes y lideresas, muchos de los cuales aún están hoy vigentes en la política parroquial.
La derecha Colombiana, está empecinada en hacer creer a los ciudadanos, que ser Petrista, o haber votado en las pasadas elecciones por Gustavo Petro Urrego, es un pecado mortal, y por tanto los electores deben escoger a candidatos que no tengan que ver o que no hayan votado por el candidato de la Colombia Humana, y que hoy está sentado en el solio de Bolívar.
Hace unos años, en mis días de estudiante universitario, le escuché a un profesor (del que no recuerdo el nombre) decir que: “Si Simón Bolívar, llegara a levantarse de la tumba, encontraría en Santa Marta, las mismas tiendas con los mismos chinos atendiéndolas”; esto en referencia a que la ciudad estaba estancada, que no progresaba, que no se le veían cambios profundos en su infraestructura y/o en sus aspectos sociales y económicos.
Se acercan las elecciones locales en el país. En todas las grandes ciudades, municipios y pueblos hay ramilletes de candidatos a las Alcaldías, y Bucaramanga no es la excepción.
Los principios básicos del Partido Liberal (Artículo 4° de los Estatutos) señalan que, uno de esos principios es la DEMOCRACIA:
En nuestro país, casi todas las ciudades grandes y medianas tienen un creciente problema de movilidad. Los ciudadanos que transitan en vehículos, reclaman porque según ellos no hay suficientes vías y los gobernantes y los que aspiran a gobernar, no solo prometen, si no que invierten grandes porciones del erario en mejorar, adecuar y construir nuevas infraestructura viales, con el fin de mitigar los problemas que se presentan.
En casi todas nuestras ciudades colombianas, los gobernantes de turno diseñan “estrategias” para el tema de MOVILIDAD, que cada día se vuelve más complicado, por el alto número de vehículos que transitan por las vías, la falta de civilidad de los actores viales y la poca efectividad de las autoridades de tránsito.
Un nuevo gobierno, el gobierno del cambio. Sin embargo, algunas cosas no cambian, y por el contrario, se perpetúan independientemente de quien está gobernando. Pareciera que priman las ideas de mandos medios y/o es tal la dinámica paquidérmica estatal que las cosas no se mueven al ritmo necesario.
Prometió en su posesión el nuevo presidente de Colombia, que respetaría y haría respetar la Constitución de Colombia, la cual el grupo al que pertenecía en ese entonces (AD M19), producto del proceso de paz ayudó a diseñar y promulgar.
