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El “Guanábano” – Por: Alberto Rafael Cotes Acosta

El arte de la comunicación es el lenguaje del liderazgo James Humes

El “Guanábano” – Por: Alberto Rafael Cotes Acosta

Desde la época de máximo esplendor del Frente de Izquierda Liberal Auténtico – FILA, surgieron en Barrancabermeja cientos de líderes y lideresas, muchos de los cuales aún están hoy vigentes en la política parroquial.

Jóvenes, mujeres, madres cabeza de hogar, campesinos, profesionales, sindicalistas y cientos de personas del común ejercieron liderazgo y se destacaron dentro de sus respectivas comunidades.

En estos días recordaba a algunos de estos líderes, algunos de los cuales caminaron junto a mí y otros tantos, por calles, veredas y pueblos buscando el favor de los ciudadanos con su voto, para el FILA.

Mi recuerdo se detuvo en un hombre excepcional, un ser siempre dispuesto al servicio, al que casi nunca vi exaltado, o peleando, siempre con una sonrisa dispuesto a ayudar al que fuera. Tropelero (en el buen sentido de la palabra), andaba en su carro Renault 12 (una uvita) y siempre que Serpa iba a Barrancabermeja, le gustaba montarse en el carro de ese líder (vaya a usted a saber por qué), en varias ocasiones despreciando las flamantes camionetas blindadas que le ponían para su seguridad.

Su nombre Reginaldo Valle.

Este líder natural, era un trabajador incansable de la política parroquial, pero también un trabajador incansable que tenía sus negocios particulares y que creo logró forjar con ellos una vida reposada y digna (Dios quiera que sea así).

Mi recuerdo vino, por aquello del arte de la comunicación en la política, que bien utilizada brinda grandes triunfos a quienes se mueven en ese ámbito, pero también que causa estragos cuando no se utiliza bien; y todo a ello con ocasión de esta campaña, que miro desde las barreras, pero en donde veo toda suerte de comunicación mal hecha (que causa estragos) en casi todas las ciudades del país.

Campaña Barco presidente

Y el recuerdo fue porque con ocasión de la campaña Presidencial de 1986, en una visita que hizo el doctor Virgilio Barco a Barrancabermeja, al llegar al aeropuerto Yariguíes, envuelto por una maraña de seguidores liberales, con toda la parafernalia de una campaña política, es decir, pancartas, altavoces, música papayera, gritos de ¡Viva Serpa!, camisas rojas, etc., a Serpa, como en más de una ocasión, se le ocurrió montarse en la uvita de Reginaldo, y arrastró consigo al candidato presidencias Virgilio Barco.

Tenía fama Virgilio Barco de gringo y de poco hablador, sospecho que Barco poco hablaba por un problema de dicción bastante notable, en el camino al sitio donde se iba a dar la concentración política, Serpa de Copiloto y Virgilio Barco sentado atrás y con todo el sistema de protección enloquecido, algo le dijo Virgilio Barco a Serpa, que al instante, Reginaldo Valle, señalando con el pulgar hacia atrás y entre asombrado y risueño le dijo a Horacio Serpa:

¿Ajá Horacio, pero el GUANÁBANO este habla?

Serpa Uribe, cambió de colores, tartamudeo (cosa impensable en él) y como pudo le cambió la conversación a Reginaldo.

Ya en la plaza donde se desarrollaba el evento, Virgilio Barco, le pregunto al oído a Serpa Uribe:

Oíste Horacio, ¿Qué es eso de GUANÁBANO?

A lo que Serpa, ya más tranquilo, y quizás habiendo pensado la respuesta a lo largo del camino entre el aeropuerto y el Parque Infantil, le respondió.

Virgilio, esa es una expresión Barranqueña, que significa jefe, patrón, líder.

Virgilio Barco lo miró de soslayo, se quedó pensando como si no le creyera de a mucho a Serpa, sonrió y solo dijo:

Ah bueno.

No sé si el doctor Barco hizo mención en su discurso al término GUANÁBANO, si lo utilizó de alguna manera, lo que si se, es que Reginaldo, se anotó un punto con Serpa, puesto que ese episodio, fue parte después del anecdotario de Serpa Uribe en sus correrías por el Departamento y la Nación.

Tampoco sé si la anécdota es así tal cual como la cuento, ese tipo de anécdotas sueles mutar con el tiempo, y es la verdad es que en esa época, yo no había llegado aún a Barrancabermeja.


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