Tomadura del pelo a la Corte IDH – Por: Rodrigo Uprimny
La procuradora general Cabello, honrando su apellido, quiere tomarle del pelo a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en el caso Petro.
La procuradora general Cabello, honrando su apellido, quiere tomarle del pelo a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en el caso Petro.
Puede debatirse si, eliminada la reelección, debe o no mantenerse la ley de garantías. Yo creo que sí pero el tema es debatible. Lo que es inaceptable e inconstitucional es intentar suspenderla para las próximas elecciones con un articulito en el presupuesto.
La suspensión del presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Daniel Rojas, por la Procuraduría ilustra un problema muy serio con los organismos de control: su tendencia a coadministrar y desconocer que el gobierno corresponde a los jefes de las entidades ejecutivas, quienes gozan de una cierta discrecionalidad o libertad para enfrentar problemas complejos.
Ángela María Robledo muestra su talante democrático acatando fallo de Corte Constitucional que anula su curul. Con el respeto que tengo por la Corte, lamento esta decisión, tanto por sus implicaciones políticas como por su discutible fundamentación jurídica.
Por: Rodrigo Báez Vallejo.
Tuve que tramitar mi visa para viajar a Texas. Me sorprendió cómo en los días anteriores a la cita el tema se vuelve eje central de la vida. Los compromisos laborales y el hogar pasan a segundo plano por 72 horas. “Hay que recoger la mayor cantidad de pruebas que demuestren que no se va a quedar en U.S.A”, es lo que primero le dicen a uno. Pero por alguna razón inexplicable cuando ya terminé de acumular fotocopias de ARP, Certificado laboral (con salario, tiempo, cargo, días de vacaciones), carnet de la pre pagada, certificados de libertad y tradición, papeles del carro, registros civiles, certificado del matrimonio, extractos bancarios; me dicen que “eso no lo revisan!”… Como rezaban aquellas historietas de nuestro amigo y filósofo suramericano: PLOP! Luego unos formularios que no sé cuán complicados son para diligenciarlos pero la gente se vuelve torpe llenándolos.
Por: Rodrigo Báez Vallejo
Conozco muchas personas que se declaran apolíticas sin problema alguno, algunas de ellas aprecio mucho y a veces hasta admiro su respetable posición, porque a mí, que no pertenezco al gremio de los personajes públicos, me apasiona el tema y de vez en cuando éste ha sido objeto de preocupaciones, impaciencia, discusiones (la mayoría de las veces fructíferas y provenientes de agradables tertulias) y atractivo misterio. Les admiro porque, además de su alto nivel cultural y sus acertadas ideas para desarrollar una imaginaria campaña electoral (“…si yo fuera candidato lo primero que le diría a la gente es que no le voy a hacer favores a nadie, les diría que me dedicaría sólo a resolver los problemas de la comunidad… por eso es que nadie votaría por mí…” dijo uno de mis mejores amigos) tienen sensibilidad social y siempre tienen en sus toldas obras de caridad y actividades de servicio voluntario que hacen periódicamente de manera anónima. Eso, para mí, los ubica dentro de un grupo de personas con una capacidad enorme para liderar una campaña política de opinión.
Por: Rodrigo Báez Vallejo
La palabra esta dicha, los votos están contados, los resultados hablan y se habla de los resultados. Hoy después de las elecciones para muchos la dicha y la victoria, para otros la sorpresa y por último quedan aquellos que para el común de la gente son "los perdedores", “los derrotados". Y mi pregunta es: serán realmente perdedores? O serán ya ganadores por la sencilla razón de haber tomado la decisión de comprometerse por una causa, por una convicción, por amor a su tierra, a su gente, su país, una mejor Colombia; por tener ese don de entrega hacia su comunidad, por querer hacer un cambio que para opinión de unos podría ser absurdo, pero para otros es una luz. Eso depende del sentido que cada quien le quiera dar y de la interpretación que cada uno escoja.
Por: Rodrigo Báez Vallejo.
Yo no tomo canelazo, tomo cerveza fría, me gusta el pescado fresco y no congelado en el Pomona de la esquina, la espontaneidad y la hospitalidad son virtudes que cuando se oye mi acento se vuelven predecibles, prefiero el secreto a voces de un rumor que lo sabe toda la “cuadra” y no al vecino que ni siquiera sabe mi nombre; el entrañable olor a leña mezclado con vallenato y exceso de amistad se volvieron un lujo para mí en esta ciudad fría en donde ahora vivo, le doy la razón a mi amigo cuando a la distancia me dice jocosamente que no se me olvide que yo me bañaba con “totuma en la pila del patio de mi casa”; los gritos y las risas de un encuentro deportivo se tuvieron que cambiar por hobbies que han requerido de soledad y práctica individual.
A continuación explico por qué, sin ser Petrista ni haber votado por Petro en primera vuelta, votaré por Petro y Francia en segunda. Va hilo con esos argumentos.