En vos confío
Por: Jaime Calderón Herrera
Cómo, en qué y en quiénes confiamos, es muy diferente hoy a hace 30 años.
Por: Jaime Calderón Herrera
Cómo, en qué y en quiénes confiamos, es muy diferente hoy a hace 30 años.
El estetoscopio ha sobrevivido a la paulatina desaparición de la bata blanca, también a la menguada relación entre médico y paciente, obstaculizada por el computador.
Por: Jaime Calderón Herrera
Me cuesta entender por qué somos tan reacios a reconocer los logros colectivos, los logros como sociedad.
Por: Jaime Calderón Herrera
Las palabras tienen inmenso poder. Galeno, al describir como patas de cangrejo la configuración de los vasos sanguíneos que alimentan los tumores, no alcanzó a dimensionar lo que los seres humanos sentirían al oír la palabra cáncer.
Por: Jaime Calderón Herrera
Niños que no conocieron la vida o que vivirán, marcados por la discapacidad, la orfandad o el recuerdo de la desgracia, jóvenes que truncaron sus sueños o adelantaron su partida desde su condición miserable, ancianos que no pudieron despedirse de lo amado, empresarios que aplazaron sus ambiciones; éstas y otras realidades se desprenden del macabro terremoto, en el Caribe cercano, que también es nuestro.
En 1975 el presidente Alfonso López Michelsen designó como gobernadora de Risaralda a Dora Luz Campo de Botero, nombramiento vetado por monseñor Darío Castrillón, (el mismo que bendijera la Posada Alemana de Lehder), porque la señora no tenía un matrimonio católico.
Por: Jaime Calderón Herrera
Promover el desconocimiento de los acuerdos de paz entre el Estado Colombiano y las guerrillas, y al mismo tiempo lanzar consignas para combatir la corrupción, son dos cosas excluyentes, pues es precisamente la explotación del sentimiento primario de venganza, en especial por parte de quienes no han sido víctimas, lo que permite ocultar las causas reales de la corrupción, además de constituir la fórmula perfecta para la impunidad de los corruptos.