La Preciosa escondida
Por: Jaime Calderon Herrera
El título de esta columna bien pudiera ser el de una novela rosa, pero no lo es, pues tanto La Preciosa como La Escondida son los nombres de dos minas que en los últimos días acabaron con la vida de casi una treintena de colombianos.
Se nos ha enseñado que nuestro suelo es rico a más no poder. También nos dijeron de la ingenuidad de nuestros aborígenes que cambiaron oro por espejitos. Sabemos igualmente de la crueldad de los foráneos que nos conquistaron y de la venalidad de los criollos que se beneficiaron con la independencia.