En los acontecimientos de los últimos meses hay ciertos hechos que ‘no cuadran’, que despiertan no solo curiosidad sino inquietud y que es indispensable tenerlos en cuenta para poder tener una visión amplia de la situación actual del municipio.
Como una total y absoluta violación a los derechos de los procesados están siendo considerados por la opinión pública barranqueña los lamentables sucesos protagonizados por una Fiscalía General de la Nación, ‘politizada’, sin credibilidad alguna, bajo una enorme sospecha de abuso de autoridad en beneficio de una campaña política, por cuenta de las absurdas detenciones de que fueran víctima, el alcalde de Barrancabermeja, su esposa y unos funcionarios y líderes políticos de la ciudad.
El peor daño que se le hace a una persona es darle todo. Quien quiera anular a otro solo tiene que evitarle el esfuerzo, impedirle que trabaje, que proponga, que se enfrente a los problemas (o posibilidades) de cada día, que tenga que resolver dificultades.
El último día de 2017 se supo que, por decirle NO a la minería, el Estado dejará de recibir $ 226.000 millones de regalías. Y lo que es peor, que el hueco fiscal en los próximos cinco años alcanzaría a $ 1,2 billones. Algo de eso y muchos otros desastres económicos vaticiné en “Ambientalistas Extremos VII”. (HAGA CLICK AQUI)
En 2017 la rentabilidad de la acción de Ecopetrol fue cercana al 62 %. Más que triplicó el aumento en el precio del petróleo, y superó con creces a sus pares petroleros a nivel mundial. ¿Qué explica este éxito de Ecopetrol?
Lo que aun no comprendo es el motivo o la razón que tuvo la revista Semana para publicar un artículo de un periodista que —bajo el manto de la ‘libertad de prensa’, y con propósitos inexplicables para el interés público— intenta, sin derecho alguno, cuestionar aquello incuestionable, su ‘esfera privada’ (patrimonio de los ciudadanos, no de los funcionarios públicos).
A la señora Bucaramanga le viene pasando con su alcalde lo que a algunas castas señoras cuando encuentran amante nuevo: no le ven ni creen de él ningún defecto.
Gracias a la firma del Acuerdo de Paz, los colombianos tenemos la oportunidad de construir un mejor país y curar las heridas de tantas décadas de violencia. No es una tarea fácil, pero desde que firmamos el acuerdo hace un año, trabajamos con determinación para que las oportunidades que trae se hagan realidad.