La rechifla.
Por: Pedro Severiche Acosta.
Recuerdo como si fuera hoy, esa noche trágica en la inauguración del XXIV Festival de Acordeones del Río Grande de la Magdalena realizada en el abandonado estadio de beisbol 26 de abril. Todo iba bien hasta cuanto se me dio por echar un discurso de esos que llaman ‘veintejuliero’. Lo hice sin la intención de ofender a nadie. Lo hice como eco de una comunidad que asistía a un evento en medio de la oscuridad y del fango picho. Yo era el Presidente de la organización de ese festival de acordeones.