El buque Florentino Ariza o el amor en los tiempos del olvido – Por: Pedro Severiche A.
Un espacio del olvido y el amor, de la violencia y la esperanza, haría Gabriel García Márquez del río Magdalena en su novela El amor en los tiempos del cólera.
A su casa del barrio Recreo de Barrancabermeja llegamos para realizar este trabajo periodístico. Atenta como siempre, su señora madre Martha nos atiende con una limonada de panela bien helada. A pedido nuestro, ella desempolva los álbumes de su amado hijo y es allí donde aparecen los recuerdos de toda una vida llena de galardones. El Rey mira a su madre y a su padre que acaba de llegar, y dice:
El Consejo de Estado acaba de ordenar a la Fiscalía indemnizar al médico barranqueño José Manuel García Sánchez por un injusto ‘carcelazo’ de 14 meses. García es el alcalde de Roncesvalles – Tolima, una población de 6 mil habitantes y un presupuesto de $ 5 mil millones. Lo sindicaban del delito de «rebelión» por atender en el Hospital a guerrilleros heridos. Con el fallo del alto tribunal se protege la misión médica.
Por: Pedro Severiche Acosta
I
Ella, Amparo Grisales, andaba de ‘pueblo arriba y pueblo abajo’, en las tablas. Es decir, la señora Grisales (creo que ante la falta de llamado laboral en las pantallas grandes y chicas), estaba, para la época de los hechos, dedicada de lleno al teatro.
“Gracias médico Alfonso Eljach Merlano por todo lo que representó para mi vida” es la primera expresión que tengo al conocer la muerte de un amigo que, en lo personal, me abrió su empresa radial para que volara sin atadura alguna por el mundo del periodismo, y que en lo colectivo le dio a la ciudad y a la región la alegría que significa la magia de la radio, pero también de su vida misma.
Los campamenteros: una comunidad en vía de extinción.
Por: Pedro Severiche Acosta.
Atraídos por la nostalgia, poco a poco fueron llegando el pasado sábado 10 de septiembre al auditorio del Centro Popular Comercial, (ubicado en los antiguos predios de la Calle Ancha), los vecinos del desaparecido barrio de Los Campamentos de Barrancabermeja. Se extendieron un centenar de tarjetas y, muy juiciosos, la mayoría de los invitados acudieron a su cita con el pasado.