Es posible derrotar la tragedia ¡Qué dolor!
Por: Jaime Calderón Herrera
Niños que no conocieron la vida o que vivirán, marcados por la discapacidad, la orfandad o el recuerdo de la desgracia, jóvenes que truncaron sus sueños o adelantaron su partida desde su condición miserable, ancianos que no pudieron despedirse de lo amado, empresarios que aplazaron sus ambiciones; éstas y otras realidades se desprenden del macabro terremoto, en el Caribe cercano, que también es nuestro.