Para aquellos que dicen que el Presidente Gustavo Petro no debe meterse en las decisiones de la Federación de Cafeteros les dejo por acá una información que puede servirles para dejar de repetir las pendejadas del uribismo, de los microfoneros prepago y del neo uribista Jorge Robledo
El cambio de ayer en Hacienda me produjo, al final, tranquilidad y no nerviosismo, explico por qué:
Ayer me vi el primer capítulo de Señora Isabel (1993), que fue relanzada por Señal Colombia después de un trabajo titánico de restauración de Señal Memoria, esos archivos estaban casi destruidos en una bodega.
«A la una de la tarde del 9 de abril de 1948 reventaron tres tiros de revólver en pleno centro de Bogotá, en la carrera Séptima esquina de la Avenida Jiménez. Corrió la voz: “¡Mataron a Gaitán!”. Y se incendió Colombia.
Despertar es difícil; hasta doloroso puede resultar. Representa una incomodidad, un malestar y hasta ira en ocasiones. Suspender ese estado de total pasividad, a veces interrumpir un sueño placentero que involucre sentimientos utópicos y ríos de mermelada, puede ocasionar un shock de colon irritable.
Ni en las épocas más tempestuosas de la política se había oído a un alto funcionario con poderes judiciales lanzar la terrible e irresponsable acusación que el fiscal Francisco Barbosa acuñó, según la cual “El Gobierno ha presentado propuestas para legalizar toda la cadena del narcotráfico en Colombia y yo me he opuesto.
Decir que “Colombia va mal” es una opinión subjetiva y muy injusta que refleja el deseo de quienes quieren que la derecha regrese al poder en 2026 a seguir regalando el país y los negocios del Estado a las elites que han gobernado a través del financiamiento de campañas.
El Ferry Casabe fue construido en 1957 por la compañía anglo-holandesa Shell en los astilleros de la Unión Industrial de Barranquilla y su objeto era transportar a los trabajadores y sus familias desde el Campo Casabe a Barrancabermeja.
La lealtad de un ministro a su presidente es un tema importante en la política y la administración de un país. En general, se espera que los ministros sean leales al presidente que los nombró y que sigan sus políticas y directrices.
La admiración que Bukele está despertando en Colombia y otros países de la región está basada en la desinformación.
