Por: Heyner Mancera Rincón
Es un hecho, nuestra ciudad está cambiando y lo seguirá haciendo. El desarrollo y progreso que deseamos no depende solo de una persona, la Alcaldía, la Gobernación, las instituciones, la empresa privada, sino de una actitud frente a la vida como ciudadanos. Pensar o proyectar una ciudad amable, sostenible, viable, vivible, no es cuestión solo de políticos o urbanistas, también es tema de amas de casa, el albañil, el profesor, el mensajero, el adulto, el profesional, el campesino, el obrero, el comerciante, el adolecente, el deportista, los niños, en fin de todas las personas que interactuamos en ese gran espacio de 1347 Km2 que llamamos Barrancabermeja.