A reconstruir el país
Por Horacio Serpa
La lluvia se ha llevado la esperanza de bienestar de más de dos millones de colombianos anegados en la incertidumbre. Solo dolor y desasosiego hay en el corazón de quienes lo han perdido todo por culpa de la naturaleza, que ha sido implacable, pero también de la corrupción, de la improvisación, de la pobreza y de la indiferencia.
Esa monumental cifra de damnificados resume la catástrofe nacional. Una tragedia que nos ha cambiado el presente y el futuro. Pueblos que ya no existen, otros que van a desaparecer, aquellos que deben refundarse. El patrimonio colectivo está hecho trizas. Las carreteras destrozadas por la lluvia, los campos enterrados, los pueblos bajo tierra, la memoria cultural al borde del olvido.