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La agonía de los partidos

Sample ImagePor: Horacio Serpa Uribe 

Palo le han dado a los partidos llamados históricos por los pobres resultados en las últimas elecciones. La verdad es que nadie podía esperar mucho, dado que fue en lo único que acertaron las encuestas: los azules cayendo en picada libre y los rojos con el farolito a cuestas.

No les fue mal en las elecciones parlamentarias. Segundo puesto para el conservatismo; tercero para el liberalismo. Las dos Colectividades eligieron un número considerable de Congresistas.

¿Qué les pasó, entonces? ¿Por qué tan escasa la votación para sus candidatos?
Mockus, con su conocido aire profesoral y su bien ganada fama de honrado, representando la novedad de un inédito Partido Verde y ejecutando un modelo diferente de hacer política, recogió a los escépticos, a los apolíticos, a mucha gente hastiada de violencia, politiquería y corrupción. Picó en punta.

Santos, con la aureola del ministro aplicado que hizo bien la tarea, supo recaudar las ganancias oficialistas y de manera inteligente acaparó los méritos que muchísimos electores reconocen al Presidente Uribe. Una cauda enorme.

No hubo espacio para nadie más. Cierto que repuntaron Cambio y el Polo, pero el grueso del electorado ya se había repartido entre verdes y naranjas.

Por supuesto las encuestas fallaron. Pero especialmente porque no pudieron medir la fuerza del Presidente.  Lo que mostraron los resultados fue que Uribe, bien representado en Santos, recibió como homenaje el voto de millones de ciudadanos que le reconocen una buena gestión. Guste o no,  fue lo que ocurrió.

¿Por qué eso no apareció en las encuestas? “Elemental, mi querido Watson”! Además de la gente de la “U” y de los uribistas propiamente tales no partidistas, que son bastantes, pesaron en la opinión muchos  conservadores y liberales que le guardan fe al Presidente, sin decirlo, para no aparecer como desleales con  sus Partidos. También, ciudadanos aparentemente desentendidos que saben por quién votar pero no lo cuentan. Y los del PIN, que son Uribistas vergonzantes y no lo expresan por el temor al rechazo social. Ahí estuvo todo ese montón de votos que Santos logró agrupar, sin que todos fueran detectados en los sondeos. Un verdadero triunfo.

Pero no todas las victorias son absolutas. Verdes, amarillos, azules y rojos, sumaron la mitad de los votos, en un marco político incidido absolutamente por el oficialismo. El país se dividió por la mitad: cincuenta y cincuenta.

No será fácil el próximo gobierno, sea el que fuere. Requerirá tino, comprensión del momento político y resultados ciertos y rápidos en materia social, internacional, económica, política, de transparencia, de convivencia, de Derechos Humanos. Un reto enorme.

Si el nuevo gobierno no cumple bien y pronto, ahí van a estar los Partidos agonizantes dispuestos a pasarles la cuenta de cobro a todos los que en el último decenio vienen diciendo que si son capaces de gobernar bien, con resultados y soluciones, honradamente, sin politiquería. Es que en esas materias ha faltado  mucho por verse. Y en política los muertos si resucitan.

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