De aliadas a opositoras al cambio
Durante las últimas décadas, Colombia ha lidiado con el impacto generalizado y devastador de la violencia y la corrupción política, que han alimentado la desigualdad y el malestar en todo el país.
Durante las últimas décadas, Colombia ha lidiado con el impacto generalizado y devastador de la violencia y la corrupción política, que han alimentado la desigualdad y el malestar en todo el país.
El fenómeno de que el oprimido se ponga del lado de su opresor no es algo nuevo ni exclusivo de un contexto histórico o cultural en particular.
Una tormentosa transición. El progresismo logró por fin su inclusión en el poder y puso en marcha un gobierno de reformas profundas, las viejas élites no se resignaron al triunfo democrático y echando mano del congreso, el Fiscal, la Procuradora y la prensa hacen la vida imposible al cambio.
Una revolución – no importa cuál sea – no puede estar por encima de la gente, cuando eso sucede, estas luchas pierden totalmente su sentido y deben acabarse. La gente siempre debe estar primero.
Es cierto, en países como Colombia que aún no se ha legalizado la venta de la marihuana la prohibición puede beneficiar a los grupos criminales de varias maneras.