Tio, tio … soy un toro … coroné.
Ya tengo mi apartamentico, tío: Es el número 501. Torre 3, con parqueadero incluido. En la bella Unidad residencial del viejo Club Cardales. Me costó $ 243 millones de pesos. Lo pagué en efectivo.
Ya tengo mi apartamentico, tío: Es el número 501. Torre 3, con parqueadero incluido. En la bella Unidad residencial del viejo Club Cardales. Me costó $ 243 millones de pesos. Lo pagué en efectivo.
Por: Uriel Villalobos Cadena.
Nancy llegó de Cali pocos días después de inaugurado el hospital de El Centro y desde aquel día se dedicó a aliviar el dolor de los pacientes. No importaba que fuera dolor de quemadura, de fractura, de apendicitis, de carbunco o de parto, este siempre cedía el paso a una sonrisa al ver tanta dulzura convertida en enfermera. Ni siquiera los neonatos tenían que llorar con las inyecciones de tan suaves manos.
En algún lugar leí que el maestro Rafael Escalona dijo: «Dios no se mete en política. Esa se la deja a los hombres». Y claro: es el mundo de las pasiones, de los pareceres, el reino de lo variopinto, de los matices.