Huele a feo la segunda reelección de Uribe.
Cuando el episodio de Yidis Medina no ha terminado, pese a que fue condenada por la justicia por el delito de cohecho, y esté en la cárcel por vender su voto para ayudar a aprobar la reforma que le dio vida a la primera reelección del presidente, todo parece indicar que el gobierno y su bancada en el congreso tienen el poder absoluto y han demostrado que no se detienen ante barreras legales o reglamentos, ni van a respetar la Ley, sencillamente porque a la Constitución de Colombia, el señor Uribe Vélez hace rato se la pasó por la faja y la botó a la taza del inodoro.