La llamada coalición de La Esperanza anda desesperada con la aparición en escena de la llamada coalición de la Experiencia, el motivo parece ser que ambas, aunque lo nieguen mutuamente, terminan representando lo mismo.
Yo no concibo al ingeniero Óscar Orlando Porras Atencia por fuera de la Universidad de la Paz. Y la llamó Universidad de la Paz porque estoy convencido, y así se demuestra con hechos, que esta es la Universidad del Magdalena Medio. Una Universidad a la que tampoco concibo sin Óscar Porras.
El espectro político nacional a la fecha se divide en cuatro bloques: petristas, uribistas, antiuribistas -que incluye a los petristas y la centroderecha- y apolíticos. Estos últimos son los que ejercen mayor influencia sobre las encuestas y acogen tanto a los abstencionistas, o sea los indolentes que nunca votan porque “todos los políticos son corruptos”, como a los que aún no deciden por quién votar.
Hace rato Molano se tenía que ir del gobierno, pero junto a esos personajes ineptos e irresponsables él es intocable, como parte del club fans de Duque
Nelson Amaya describe el ‘conjunto normativo’ wayuu y el valor del uso de la palabra como solución a todos los conflictos, un mensaje que podría darnos qué pensar.
Soy un colombiano más de aquellos que miran con horror el abanico de más de 50 precandidatos a la Presidencia, entre los cuales tampoco he podido identificar uno que finalmente me convierta en militante de su causa.
Hay en Barrancabermeja un hombre de figura endeble, cual Quijote de la Mancha, pero de carácter firme quién desde hace ya más de dos lustros decidió echarse encima la realización del Festival de Acordeones o Festival Vallenato. Nadie, pero absolutamente nadie, lo puede señalar del más mínimo asomo de haber actuado con indelicadeza en la vida pública y menos al frente de la organización de este evento, cuya versión número 35 termina este domingo. Se llama Gregorio Ortiz Epalza y su vida la ha llevado con pulcritud en el sector solidario, como gerente de una firma reconocida en Santander, donde ha forjado el temple de comerciante de respeto y en todos los aspectos de su diario trasegar.
Viene la temporada de compras, digo, de fiestas. Con el cierre del año, los feriados decembrinos, las reuniones familiares y la repartición de bonos navideños viene también un impulso capitalista disfrazado de alegría y buena voluntad: la compra de regalos.
Cerca de iniciar un nuevo proceso electoral surge un periodo de grandes expectativas de la ciudadanía donde se refuerza la esperanza pero también la desconfianza hacia lo que puede ser la política, el gobierno y el futuro.