Esta campaña política, que apenas comienza, se ha venido caracterizando, nuevamente, por la polarización. Por un lado, están los que representan a la izquierda, que ahora se les ha dado por llamar progresismo, con una serie de partidos, grupos y organizaciones sociales, unidos a través del Pacto Histórico, que cuenta además con aliados por fuera de ese Pacto, tal como es el caso de Fuerza Ciudadana, del Gobernador del Magdalena Carlos Caicedo Omar.
Y por el otro lado, lo que algunos llaman el establecimiento, conformado en varios bloques variopintos, que unen a los políticos tradicionales, entonces ahí está el Partido de Gobierno (haciendo agua), con sus incondicionales aliados; la Coalición de la Experiencia, conformada por ex alcaldes y políticos tradicionales de los partidos tradicionales (valga la redundancia) y la llamada Coalición de la Esperanza, que cuenta también con políticos tradicionales y algunos políticos que para la Galería pintan como “progresistas”, pero a la hora del té, se comportan como los mismos de siempre.
El inefable filósofo de Gambote siempre dijo: “A las personas se les CREE por lo que HACEN, no por lo que DICEN”, así que la tal “Coalición de la Esperanza”, en mi humilde opinión, es más de lo mismo, pero en jean, camiseta, tenis y mochilas terciadas.
La tan mentada “polarización”, no es más que ese conjunto de políticos tradicionales, reunidos en la coalición de la experiencia y la coalición de la esperanza, junto al partido de gobierno y sus aliados incondicionales, contra el Pacto Histórico y los partidos, movimientos y organizaciones sociales que ahí se aglomeran.
Como en el Pacto Histórico sobresale Gustavo Petro, pues contra el van dirigidas todas las cargas, los obuses y los disparos (en sentido figurado). Pero no solo por eso, sino porque Petro, como en la campaña pasada, y ahora quizás con más fuerza, ha optado por acudir a la plaza pública, a la reunión en la calle con el soberano y al lanzamiento de ideas y propuestas, frente a la masa.
Algunos dirán que la masa es boba, que se deja llevar por los cantos de sirena que propone Petro con su discurso emotivo y su oratoria popular.
Pero… sale Petro a foros de todo tipo, con los otros precandidatos y no solo les canta la tabla, sino que en muchas ocasiones los deja en evidencia, ante su falta de propuestas, y lo que es peor, ante su evidente complicidad con la debacle que es hoy Colombia.
Precandidatos como el señor Echeverry, quien era el Presidente de la Junta de Ecopetrol cuando el robo descarado de Reficar, o el tibio de Fajardo, uno de los responsables del descalabro de Hidroituango, o cualquiera de los ex alcaldes, con tantas investigaciones (muchas de ellas paradas en la Fiscalía) por actos de corrupción durante sus gobiernos locales, o el candidato del partido de Gobierno, que en la anterior ocasión para defenderse de lo que le descubrieron, habló hasta de un holograma suyo; todos deslucen ante Gustavo Petro, que si bien, muchos dicen que hizo una mala alcaldía con la Bogotá Humana, las cifras oficiales (DANE) sobre sus logros en materia social en esa alcaldía, son inocultables.
Debo confesar que el señor Petro, no es de mis afectos, es más lo conocí personalmente hace unos años en Barrancabermeja en el salón de reuniones que quedaba en el sótano de la Cámara de Comercio de Barrancabermeja, a los 10 minutos estaba yo que lo mandaba a freír espárragos.
Me pareció una persona soberbia y bastante distante, con unas ínfulas de superioridad bastante desagradable.
Además, confieso que algunas de sus propuestas no solo de entrada me sorprenden, porque parecen contraproducentes, sino que algunas no las entiendo, a veces no entiendo cual es el derrotero intelectual que marca con esas propuestas, debe ser, creería yo, que por eso es que es tan soberbio, tan distante y se cree tan superior, porque sus elucubraciones mentales, parecen ir más allá de lo que uno pueda imaginar.
En todo caso, me parece que es el único que está proponiendo cosas, que si bien algunas son discutibles, pues el las pone en la palestra, precisamente para eso, para que se discutan, pero tal parece que los que están en la contienda no quieren discutirla, o no saben como discutirlas, o no les interesa discutirla, solo les interesa que PETRO FUE GUERRILLERO.
No se si Petro va a ganar la Presidencia, como algunos vaticinan, de lo que si estoy seguro, que si los otros candidatos siguen dedicados a hablar en contra de Petro por su pasado, que ni el ni nadie niega, y no de controvertir sus propuestas, se les va a montar mucho más allá de lo previsible.
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