Cada vez está más claro que Vanguardia se quiere desligar del fracaso que han sido estos últimos meses del accionar político del Ing. Rodolfo Hernández, y frente al anuncio del ex candidato presidencial de renunciar a su curul en el Senado, como representante de alrededor de 871 mil santandereanos, se quieren lavar las manos frente al fiasco político que fue su respaldo al Ing. Rodolfo Hernández.
Vanguardia conocía al Ing. Rodolfo Hernández no solo por su trayectoria política y social, por sus relaciones públicas con la clase política santandereana, por su carrera como constructor y empresario inmobiliario, sino también como alcalde de Bucaramanga.
Así que Vanguardia tenía mucha información acerca de la personalidad, el perfil, los conocimientos, experiencia y capacidades del Ing. Hernández.
Al parecer todo lo que conocían era bueno y decidieron apoyarlo en su aspiración presidencial.
O la capacidad investigativa de Vanguardia es bastante limitada y pobre, o decidieron omitir e ignorar hechos, datos e información para darle el respaldo en su candidatura presidencial.
No se sabe que puede ser peor, la mediocridad o la hipocresía de un medio de comunicación de gran influencia en Santander.
Pareciera que fue intencional que Vanguardia ignorara todo un acervo de hechos e informaciones acerca del Ing. Hernández, que marcaban y delineaban un perfil político, que con el tiempo permiten entender el comportamiento del ex candidato presidencial.
Hay que señalarlo claramente, Vanguardia asumió una posición electoral en favor del ingeniero, y en ese sentido debe asumir una responsabilidad frente a sus lectores y la población de Santander.
No es momento de escurrí el bulto, lavarse las manos y evadir la responsabilidad que tienen. Vanguardia conocía el talante de Hernández, lo vieron varios años en su gestión como alcalde Bucaramanga, sabían de su volatilidad, inflexibilidad e inestabilidad.
También conocían su pasado como concejal, constructor, lobista político, sus relaciones con la clase política santandereana. Y a pesar de eso decidieron apoyarlo, además argumentando eso desde la consideración de los valores, intereses y la conveniencia de todos los colombianos.
Es una vergüenza periodística, política e histórica con Santander lo que hizo Vanguardia.
Y esto solo se puede compensar no con un editorial insulso y anodino, sino con una pedida de disculpas públicas a sus lectores y a Santander, con una investigación periodística seria sobre el pasado y presente del Ing. Rodolfo Hernández, más ahora que se manifiesta que el ingeniero tiene aspiraciones políticas en el departamento.
Es lo mínimo que un medio de la trayectoria e historia, como el que tiene Vanguardia, le debe a toda una comunidad como la santandereana.
Es vergonzoso y triste ser testigos de la decadencia de un medio de comunicación tan ligado a la historia moderna de Santander, pero es una realidad su continuo y acelerado declive.
Las elecciones locales y departamentales del próximo año exigen seriedad y responsabilidad de los medios de comunicación y frente a este lamentable y bochornoso asunto Vanguardia debería hacer un acto de contrición real y cumplir su papel de informar a la ciudadanía, y para eso requiere que investigue y presente los resultados a la gente, para que con información completa puedan tomar decisiones electorales no basadas en etéreas referencias a valores sino respaldadas en hechos ciertos y comprobables.
Todo esto para que al menos pueda rescatar algo del nombre y prestigio que alguna vez tuvo este medio en Santander y Colombia.
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