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Finalmente no hubo Fandango: Desentrañando la traición de la tradición – Por: Oscar Rodao

Con la salida de Eljach de la alcaldía y la llegada de un nuevo gobierno, la comunidad ahora enfrenta una elección. ¿Permitirán que esta traición defina su paisaje cultural, o se unirán para revivir y preservar las tradiciones que hacen única a Barrancabermeja?

Alfonso Eljach será recordado como el alcalde que acabó con la vibrante y animada tradición del Fandango de la 24 en Barrancabermeja. 

Nuestro Fandango de la 24, se había convertido  en un faro que atraía a turistas de todas partes, un evento icónico profundamente arraigado en la cultura local, que cautivó tanto a residentes como a visitantes este año no se hizo. 

A pesar de fervientes peticiones y súplicas de la comunidad barranqueña la tradición este año no se realizó, destrozando las esperanzas de quienes la esperaban.

El Fandango de la 24 es más que un simple evento; es un fenómeno cultural que une a las personas, fomentando un sentido de comunidad e identidad compartida. 

Orígenes

Sus orígenes se remontan a generaciones, y cada edición se basa en el reencuentro de muchos al retornar a su tierra para año nuevo. El evento se había convertido en un símbolo del espíritu de la ciudad, atrayendo a turistas que buscaban experimentar la combinación única de música, danza y retorno a su tierra.

A medida que el Fandango ganó popularidad a lo largo de los años, se convirtió en una fuente vital de crecimiento económico para Barrancabermeja. 

Los negocios locales prosperaron durante la época, atendiendo a la afluencia de visitantes que participaron con entusiasmo en las festividades. 

Los hoteles, restaurantes y tiendas aumentan sus ingresos, contribuyendo a la prosperidad general de la comunidad. La tradición se había convertido en un sustento económico para muchos, creando una relación simbiótica entre el evento y el bienestar de la ciudad.

Sin embargo, a pesar de su importancia, el Fandango de la 24 enfrentó este año, una amenaza formidable que ninguna súplica, lágrimas y oraciones pudieron evitar. 

A pesar de los valientes esfuerzos por preservar la tradición, los organizadores se encontraron atrapados ante la indiferencia del alcalde Alfonso Eljach. 

Las súplicas de sus apasionados defensores cayeron en oídos sordos cuando la indiferencia y mala leche del ex alcalde cobraron su precio. 

Con la no realización del Fandango de la 24 se reflejó el dolor colectivo de una comunidad que presencia la erosión de una parte querida de nuestra identidad.

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Este evento tradicional no solo celebró las raíces de la comunidad sino que también atrajo una importante afluencia de turismo. 

Sin embargo, se produjo un trágico giro de los acontecimientos cuando el ex alcalde Alfonso Eljach traicionó sus raíces, lo que finalmente condujo a la no realización de esta querida tradición. 

Alfonso Eljach será tristemente recordado por poner fin al evento que alguna vez fue la cumbre del turismo de fin de año en Barrancabermeja.

El Fandango de la 24 es más que una simple celebración cultural; es un símbolo de identidad de Barrancabermeja. Arraigado en la historia de la ciudad, el evento reunió a lugareños y turistas por igual, fomentando un sentido de unidad y orgullo. 

La traición

Lamentablemente, al final de su gobierno, Alfonso Eljach terminó siendo  una figura que parecía ignorar la importancia cultural y los beneficios económicos asociados con el Fandango de la 24. 

Eljach, impulsado – vaya uno a saber si – por motivos personales o tal vez por una falta de aprecio por el patrimonio de la ciudad, tomó acciones que condujeron a la no realización del evento este año. 

Alegando en privado supuestos vicios de legalidad para su realización, jamás dio la cara a la comunidad para explicar la situación y mucho menos para buscar soluciones.

Hasta último momento jugó con la ilusión de todos cuando gente muy cercana a él hizo regar – off de record – el rumor que iba a mandar unas bandas por cuenta de él. 

Impacto en el Turismo:

Las repercusiones de la traición al Fandango  se sienten no sólo dentro de la comunidad local sino también en el contexto más amplio del turismo. 

El próspero evento que atraía turistas e inyectaba vida a la economía de la ciudad enfrentó  una disminución en asistencia e interés. Los hoteles, restaurantes y negocios locales que esperaban el fin de año durante el Fandango de la 24 están experimentando una disminución en sus ingresos, lo que afecta los medios de vida de muchos.

Recordando al Traidor: 

Alfonso Eljach será recordado como aquel que traicionó sus raíces y puso fin a esta querida tradición. 

Si bien es esencial abordar estos asuntos con equidad y deseo de comprensión, es igualmente crucial reconocer el impacto de las acciones individuales en el legado cultural de una comunidad.

Con la salida de Eljach de la alcaldía y la llegada de un nuevo gobierno, la comunidad ahora enfrenta una elección. 

¿Permitirán que esta traición defina su paisaje cultural, o se unirán para revivir y preservar las tradiciones que hacen única a Barrancabermeja? 

Las iniciativas destinadas a revitalizar los eventos culturales, educar a las generaciones más jóvenes sobre la importancia del patrimonio y fomentar la participación de la comunidad pueden desempeñar un papel crucial en la reconstrucción de lo que se perdió.

La no realización del Fandango de la 24 sirve como advertencia sobre la fragilidad de las tradiciones culturales y la importancia de la responsabilidad colectiva. 

Mensaje al nuevo alcalde Jonathan Vasquez 

Mientras Barrancabermeja reflexiona sobre su pasado, existe una oportunidad de renovación y un compromiso de preservar las raíces que definen la identidad de la ciudad. 

Es a través de la unidad, la comprensión y la dedicación compartida que una comunidad puede superar los desafíos que plantean quienes traicionan su herencia, asegurando que el espíritu del Fandango de la 24 siga vivo en los corazones y las mentes de las generaciones futuras.


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