Nos quieren vender que los resultados económicos demuestran que vamos bien, pero ¿cómo hacer llegar el mensaje de que crecer no necesariamente es progresar?
Tal como vamos, el crecimiento se acompaña de mayor desigualdad, altísimo desempleo, más inseguridad, más violencia, más líderes sociales muertos. Pero solo nos responden que el PIB está aumentando
El punto que está pendiente de establecer no es si tenemos o no un crecimiento económico, lo cual está fuera de duda; menos aún existe duda sobre si, aún siendo esto cierto, no deja de ser insuficiente ante las necesidades del país; tampoco tiene interés discutir o argumentar alrededor de comparaciones con los resultados en otros países, puesto que las cifras lo dicen.
La gran pregunta aún sin respuesta es sí con el crecimiento económico se están solucionando los problemas de Colombia. (pregunta que aplica no solo a nosotros sino al momento que está viviendo el mundo).
Existe una tendencia a creer que este es un debate alrededor de ideologías; peor aún es que para algunos se asume que se enmarca dentro de un contexto totalmente superado de lo que fue la guerra fría, considerando que el cuestionar la premisa de que ‘el crecimiento económico implica un mejor país’ significa ser ‘de izquierda’, y que es eso lo que motiva la posición crítica ante la idea que nos quieren vender que los resultados económicos demuestran que vamos bien.
En otras palabras, porque suponen que son las alineaciones políticas las que determinan los análisis económicos, no entienden que, como puede suceder, sea la ciencia económica la que contradice el supuesto de que el crecimiento de una economía soluciona los problemas de la población.
El Premio Nobel de Economía es otorgado por conocimientos y aportes referidos al desarrollo de la ciencia económica y no por los pensamientos políticos; y cuando galardonados como Joseph Stiglitz y Paul Krugman toman posición de que se debe superar la idea del neoliberalismo de que la única preocupación debe ser el crecimiento económico, es porque desde el punto de vista de la misma ciencia económica esto es un error y no porque alguna ideología se le opone.
Es lo que explica que al mismo tiempo que el gobierno se autocomplace repitiendo las cifras del PIB, la calle es el escenario de marchas y cacerolazos.
Cuando se acusa al mandatario de no oír y por eso no atender lo que la gente pide, se le están atribuyendo descalificaciones que no merece, o que se niegue a buscar soluciones.
El problema no es que no oye, ni sobre todo que no tenga la buena voluntad de resolver lo que se le presenta, sino que cree que la solución está en profundizar en el mismo modelo.
Y lo malo para los ciudadanos es que son ellos los que sufren con ese error. Cuando el presidente responde a cada queja haciendo lo contrario de lo que se pide es porque es incapaz de salirse del libreto que aprendió.
Tal como vamos, el crecimiento se acompaña de mayor desigualdad, de altísimas cifras de desempleo, de más inseguridad, de más violencia, más líderes sociales y defensores de Derechos Humanos muertos.
Pero solo nos responden con que el PIB está aumentando.
¿Cómo hacer llegar el mensaje de que como colectividad crecer no necesariamente es progresar?
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