Por: Alberto Cotes Acosta
Las ventajas comparativas que tiene nuestra ciudad para convertirse en el «centro logístico» más importante, no solo de Colombia, sino de toda la región Caribe, no las hemos podido transformar en verdaderas ventajas competitivas; en parte porque algunos proyectos —que ya deberían estar en operación— han tardado más de la cuenta, pero también porque seguimos siendo un «enclave petrolero», que sufre enormemente con las crisis que se presenta en ese sector.
Por eso la clave es la «diversificación de la economía».
Más o menos desde el año 2005, venimos hablando de este tema y todos los estudios indican que tenemos potencial para surgir en sectores como: Logística, Turismo, Agroindustria y Petroquímica.
No se trata —como creen algunos (o quieren creer)— que estamos hablando del fin de la explotación petrolera o de la refinación, sino de diversificar impulsando otros sectores que puedan sostener la economía de la ciudad, en caso de una caída (como la que padecemos hace varios años) de la industria petrolera.
Sin duda, el sector que más impulso lleva, incluso a pesar de nosotros mismos, es la logística, la implantación del puerto fluvial de IMPALA, el más importante sobre el río Magdalena y el más importante de la región, unido a proyectos como la Ruta del Cacao, la Ruta del Sol, la Vía Yuma, la modernización del Aeropuerto Yarigüies y la recuperación de las líneas férreas, entre otros, muestran a las claras que este sector del territorio colombiano es el más apto para el desarrollo logístico, sobre todo porque quieran o no, «Barrancabermeja es el puerto más importante aguas arriba del río de la patria», a donde es posible llegar, pese a largos períodos de verano, durante todo el año.
La logística incluso, servirá como dinamizador de otros sectores, ya que, por su propia naturaleza, no solo servirá para el manejo de carga, sino para la agregación de valor en las cadenas productivas de los otros sectores, como también para la generación de empleo calificado y no calificado, lo que impulsará por supuesto el arribo de ciudadanos de todas las latitudes, lo que obligaría a fortalecer la oferta turística y hotelera de la ciudad.
Por supuesto que existen amenazas muy grandes sobre estas perspectivas, la caída en el movimiento de carga por los puertos de la ciudad es uno de ellos; creo que se debe, principalmente, a que los dueños de la carga, los generadores de carga no creen en el río Magdalena. Pero además se tienen otros problemas como el no entendimiento de los transportadores terrestres en el sentido que «el río no es competencia, sino socio», pues, mientras ellos no se concienticen de que el flete desde y hacia Barrancabermeja, debe tener unos precios justos (Tonelada por kilómetro), el negocio por el río nunca podrá ser, a menos que surjan más empresas como IMPALA, que tienen toda la cadena.
De otra parte, el gobierno nacional —que se ufana de querer ayudar a Barrancabermeja— lleva a cabo acciones que parecen decir lo contrario.
Si el asunto es la competitividad, ya que como sabemos, los costos logísticos y de transporte del país son de los más caros del mundo, ¿cómo es posible que se construya una vía (Ruta del Cacao) que, por un lado no cumple con las expectativas técnicas requeridas para sacar la carga incluso desde Venezuela y por el otro le metan (6) seis peajes, que, por supuesto, antes que disminuir esos costos logísticos y de transporte, los encarecerán?
Si el Gobierno Nacional de verdad quiere ayudar, no a Barrancabermeja, sino a la «competitividad del país», debería, por ejemplo, legislar sobre la cantidad de kilómetros que puede recorrer un camión con carga, como ocurre en otros países.
Podría ser, por ejemplo, que un camión no pudiera recorrer más de 500 kilómetros con una carga, debiendo hacer ruptura de esta y cambio de modo (férreo o fluvial) para llegar a su destino. Esa sola iniciativa, no solo cambiaría todo el panorama del manejo de carga en Colombia, sino que nos haría un país más competitivo; por supuesto Barrancabermeja tendría una preponderancia especial en una situación como esta.
De todas maneras, y a pesar de que el presente para los puertos en nuestra ciudad se ve negro, la iniciativa de implantación de una Plataforma Logística Multimodal en Barrancabermeja seguramente impulsará el sector.
Esta iniciativa toma nueva fuerza y sería el proyecto dinamizador que tanto se necesita.
Con él, se impactaría no solo la competitividad de la región y el país, sino que localmente, aumentará la oferta de suelo logístico e industrial, se transformará urbanamente la ciudad, al liberar suelo (hoy industrial) para la oferta de vivienda de calidad, ofrecerá empleo calificado y como ya he dicho, ayudará a dinamizar otros sectores de la economía, como la agroindustria, la petroquímica y el turismo.
Termino con esta frase: “La competitividad no depende del tamaño ni de los recursos, depende de la iniciativa para la innovación», (Jorge González Moore).
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ALBERTO COTES ACOSTA, es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected]
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