Inicio Pedro Severiche La rechifla.

La rechifla.

pedroPor: Pedro Severiche Acosta. 
 
Recuerdo como si fuera hoy, esa noche trágica en la inauguración del XXIV Festival de Acordeones del Río Grande de la Magdalena realizada en el abandonado estadio de beisbol 26 de abril.   Todo iba bien hasta cuanto se me dio por echar un discurso de esos que llaman ‘veintejuliero’. Lo hice sin la intención de ofender a nadie. Lo hice como eco de una comunidad que asistía a un evento en medio de la oscuridad y del fango picho. Yo era el Presidente de la organización de ese festival de acordeones. 
 

Recuerdo que dije, entre otras cosas, que no había derecho que una ciudad que boya en la riqueza no tuviera, (y aún no tiene), un sitio digno donde la gente pueda concurrir a presenciar eventos masivos como el que nos convocaba esa noche llena de murmullos y de música de hadas…vallenatas.
 
El fango me hizo acordar cómo en mis tiempos de infancia debía recorrer el trayecto de mi casa a la escuela en mi pueblo natal, La Gloria (Cesar), un pueblo que encaja perfectamente en el mundo mancondiano de Gabo. Pero, recordé, La Gloria es un pueblo olvidado de Dios, no en cambio Barrancabermeja «que todo lo da de sí y nada recibe», como solía cantaletear el difunto Rafael Medina Corrales, hombre de radio que murió en Cali en medio del olvido.
 
Nunca antes un discurso mío había levantado tantos aplausos. A pesar de la inmundicia del estadio y de la misma oscuridad, el estadio estaba ‘hasta las tetas’, como suelen decir los barranqueños. Tocaban esa noche de inauguración Alfredo Gutiérrez e Iván Villazón, y sin la ayuda oficial teníamos listo a Diomedes Díaz que recién había salido de la cárcel. Toda una locura.
 
Terminado mi discurso ‘veintejuliero’, tomó la palabra el alcalde del momento, arquitecto Edgard Cote Gravino, natural, él sí, de Barrancabermeja; pero el pueblo barranqueño, que es sabio, no lo dejó hablar en medio de un silbatina monumental que le reclamaba, ¡ carajo ! … que al menos limpiara el mugroso estadio y le pusiera unos bombillos para verle ‘la jeta’ a Diomedes.
 
Lo confieso: no fue mi intención la de dejar en ridículo a ese cascarrabias de Cote. Pero, claro, él si lo entendió así y con sus ojos que parecían brasas, no me dijo nada, pero me recordó a doña Teresa, la autora de mis días.
 
Además de la histórica rechifla, al Alcalde le fue lanzado fango por parte de los despedidos de la empresa Edasaba, que, esos sí, fueron al Festival con la intención de amargarle el rato al hombre de ‘la tierra prometida’.  Sin quererlo, yo me les adelanté.
 
Como podrán imaginarse, pacientes lectores, lo que siguió en el curso del gobierno de Cote para mí fue todo un desierto. Cada vez que el Alcalde me veía, me lanzaba su ráfaga de odio y malquerencia que yo, para ser más exactos, se la devolvía con la misma intensidad.
 
Yo pensé que todo había pasado. Pero no. Esta semana, Cote Gravino fue librado de toda responsabilidad disciplinaria por parte de la Procuraduría Regional de Santander luego de un fallo que lo había destituido del cargo y lo inhabilitaba por diez años para el ejercicio de funciones públicas.
 
Cote Gravino reveló que está en la disposición de presentar de nuevo su nombre para las elecciones de alcalde en octubre y (cómo son las cosas) ese mismo pueblo sabio que lo rechifló recibió con agrado tal postulación. Porque una cosa sí es cierta, uno de los gobiernos serios que ha tenido la ciudad en los últimos tiempos ha sido el de él… a pesar de la rechifla.
 
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
 
PEDRO SEVERICHE ACOSTA es un columnista de Barrancabermeja Virtual que usted puede ubicar en el celular 320-802-7956 o en el correo electrónico: [email protected]

Comments

comments