¿Y de los desaparecidos, qué?
Es poco lo que podría reivindicar el gobierno Uribe en los campos social, económico, de corrupción, de estabilidad política, y en lo puntual en la creación de infraestructura, en las relaciones internacionales, y en el sector agrícola, temas hoy más que cuestionados. Se precia de ‘acorralar la guerrilla’, de la guerra contra las drogas, y del desmonte del paramilitarismo; pero en ninguno de estos se ven resultados contundentes, y por el contrario, parecen fracasos ante las expectativas creadas y sobre todo ante la forma en que se muestran vivos y reaparecen, y las pocas probabilidades de que se acaben.