Por: Edgar Daniel Rodao
Siempre que voy de regreso a Colombia tengo claro que hasta tanto no se abra completamente la puerta del avión y sienta la temperatura similar a la de un horno, que para mi me resulta familiar, no me siento totalmente en confianza.
Es ahí al momento de mi llegada —cuando veo a los taxistas en el aeropuerto, oyendo vallenatos de Silvestre, algunos en bermuda y abarcas abriéndome el baul del taxi— entonces me queda perfectamente claro que, “ahora si estoy en Barranca”, la ciudad que me vio nacer. Es la grata sensación de palpar los rostros pálidos, sudorosos, llenos de algarabía y entusiasmo de la gente, siempre amable y servicial.
¿Por qué Barrancabermeja? … Yo creo que la cuestión es de conexión.
A mi me gusta Barranca porque me siento totalmente a gusto. En Barranca lo tengo todo.
En Barranca no me siento extranjero ni recien llegado, siempre soy bienvenido. En Barranca no tengo que estar presentándome a cada rato, ni tengo por qué hablar en otro idioma, ni nadie me pregunta de dónde soy. En Barranca puedo decir «nosotros» y no se me forza la lengua.
En Barranca no tengo por qué explicar mi acento, ni disculparme por mi forma de ser. En Barranca puedo ser yo, sin una carátula estereotipada. En Barranca, en cualquier parte me invitan a una mesa y puedo sentarme con confianza, hablando horas y horas con la gente.
Para quienes hemos vivido muchos años por fuera de Barrancabermeja nos queda claro que la esencia de la ‘barranqueñidad’ es su tolerancia a la diversidad y la aceptación que los barranqueños le damos a la gente de afuera. No me cabe la menor duda que la avenencia con el forastero es parte esencial del ADN barraqueño.
Toda familia barranqueña tiene su origen en otra zona del país. Si alguna región es amable, abierta y sincera con el de afuera somos los barranqueños. No es sino hacer una prueba sencilla: Disimule por un momento que usted no es de Barranca y pida que lo orienten con una dirección y podrá observar, casi que al instante, el desbordamiento de una amabilidad infinita por parte de nuestra gente. Ese es en esencia el barranqueño.
Sin embargo, la característica que hace única a Barrancabermeja ha sido la posibilidad que le ha brindado a miles y miles de nuestros compatriotas a ‘reinventar’ sus vidas, quienes echando una mirada hacia atrás saben que en Barranca muchos sueños se les hicieron realidad.
Yo creo que no hay una ciudad en Colombia, como Barrancabermeja, en donde tantos habitantes hayan arribado a su seno sin nada y a la vez recibido tantas bendiciones.
Barranca tierra bendita, por esa sola razón estoy seguro que nunca va a fenecer, porque ha sabido sembrar a lo largo de estos 100 años y está claro que «quien cultiva bendiciones recoge abundancia».
Han sido miles y miles de compatriotas que han arribado a nuestra ciudad en busca de un mejor futuro y lo han hallado. Esta es una maravillosa potencialidad que poseé nuestra tierra que ya dejó, por cuenta de su entrega, un sitial importante en la historia de nuestra patria.
Por estas razones nunca encontraré una tierra igual.
¡ Barrancabermeja, feliz cumpleaños !
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EDGAR DANIEL RODAO es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected]
