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Del Terminal de Transportes

Del Terminal de Transportes - Por: Alberto Cotes Por: Alberto Cotes Acosta

 

Se ha venido discutiendo en algunos círculos de la posibilidad que con la implementación del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial lo que hoy se conoce como el terminal de transporte “tenga que ubicarse en otro sitio, posiblemente a las afueras de la ciudad».

 

Algunos señalan que «es inconveniente esto», porque según ellos «se deprimiría sustancialmente urbanísticamente el sector y perjudicaría a los comerciantes que están en los alrededores de esa zona», otros señalan que «causaría perjuicio a las actuales empresas de transporte Intermunicipal que allí prestan su servicio».

 

Me atrevo a dar mi opinión al respecto, no pretendiendo con ello imponer ningún criterio, sino como un aporte a la discusión, para que, si ello es posible, «sean evaluadas todas las posturas en los niveles adecuados».    Lo hago con absoluta responsabilidad, no solamente bajo mi condición de profesional, sino más aún como ciudadano de Barrancabermeja.

 

En primer lugar, debo decir, que sí, es cierto.   Lo que todos conocemos como “el comercio” es un amplio sector que se ha venido deprimiendo, paulatinamente, con el correr de los años, y lastimosamente algunas decisiones gubernamentales de los últimos años, han contribuido a que se acentúe esa condición.    La eliminación de la Primera Ciclo Ruta Urbana del país con la construcción del Malecón y su avenida, la permanencia de la cárcel al lado del palacio municipal, la desconcentración de los despachos municipales, la compra de propiedades sin intervención en el sector de “la olla”, por poner unos ejemplos, han contribuido negativamente en el sector.

 

Ahora bien, en relación con el Terminal de Transporte, cabe aclarar que en el sector no existe un terminal como tal, sino que dos empresas (Copetran y Cotrasmagdalena) son dueñas de unos predios donde ejercen su actividad y el resto de las empresas, tienen locales en arriendo, estas últimas ejerciendo la actividad en las calles, lo que por su puesto genera problemas de movilidad.

 

En segundo lugar, la actividad de transporte intermunicipal es un negocio ejercido por agentes privados y regulado por el Ministerio de Transporte, por tanto, la construcción y operación de un Terminal de Transporte, es un «negocio privado».    Es decir, no le compete al municipio de Barrancabermeja, ni su construcción, ni su operación.    Lo que al municipio le corresponde, es brindar las mejores condiciones para que esos privados puedan ejercer su actividad que —hasta donde conozco— eso es lo que se está tratando de hacer con el Plan de Ordenamiento Territorial.

 

Las empresas de transporte municipal, sobre todo las que son dueñas de predios, tienen la posibilidad de contribuir a la renovación urbana del sector, si dedican sus predios (los actuales) a usos comerciales, culturales, recreativos y/o empresariales, que es lo que creo que viene en la propuesta del POT.     Me explico, los actuales predios pueden ser vendidos, o invertir en la construcción de edificios de oficinas (bancos, sedes gubernamentales, oficinas privadas, etc.), centros comerciales, parqueaderos, etc., con lo cual no solo se renovaría urbanísticamente el sector, sino que crearía nuevos espacios de este tipo en la ciudad, que buena falta que hacen y ubicarse en el sector que el POT determina.

 

En lo que se refiere a un proyecto de terminal de transporte, «este tiene que ser concebido desde el sector privado», que son los que conocen no solo las necesidades, sino cómo funciona el negocio.   Ahora bien, eso no quiere decir que el gobierno no pueda participar, sino que la propuesta debe venir de esos privados, propuesta que debe incluir cual y como sería la participación de la administración municipal, léase bien, «la participación», lo que no se traduce, como al parecer quieren algunos, en que la administración «deba dar los terrenos, hacer los diseños y construir un terminal de transporte, para luego entregárselo a los privados», uno,  porque  como ya he dicho, «eso es un negocio de privados» y en segundo lugar «porque esa no es la función de la administración municipal».

 

He hecho propuestas para el mejoramiento de la movilidad de la ciudad, propuestas desoídas por quienes tienen el monopolio de las decisiones, pero que estoy seguro de que contribuirían grandemente a que nuestra ciudad, retome el rumbo no solo en materia de transformación urbanística, sino en materia de seguridad vial y movilidad.

 

— La recuperación de la primera ciclorruta del país ampliándola hasta la carrera 28.

 

— El corredor del transporte público en la calle 49 desde la carrera 1, hasta la carrera 11.

 

— La peatonalización de la Calle 51 desde la Carrera 11 hasta la carrera 22 con la racionalización de las rutas de buses (subiendo por la Calle 52, bajando por la Calle 50).

 

— La materialización de una franja de inversión en parqueaderos públicos (incentivando a los privados con medidas fiscales).

 

— La implementación de ‘zonas azules» en la calle 48, calle 49 y calle 50, junto con las bocacalles desde la carrera 11 hasta la carrera 28 (en las calles cobrando, en las carreras gratis por periodos de tiempo definidos).

 

— La concesión de las bahías ubicadas en el sector comercial, desde Contrasmagdalena hasta Telecom.     En fin, ideas que he lanzado sin otro propósito que contribuir en la búsqueda de soluciones. No son ellas las únicas, ni tengo la inmodestia de decir que son viables, pero por lo menos las planteo en gracia de discusión.

 

Creo que, como en las grandes ciudades, el terminal de transporte de Barrancabermeja, debe quedar muy cerca de lo que en muy pocos años será la entrada a la ciudad, dentro del globo de terreno que se conoce como “el triángulo de oro”, más exactamente en el sector que hoy se conoce como “La Virgen”.      Mucho más ahora cuando parece ser factible que pronto seamos Distrito Especial y que esa connotación dará un impulso vital  a  la  logística, la cual, sin duda, traerá grandes transformaciones.

 

Finalmente les dejo esta reflexión del ensayista francés Joseph Joubert“Es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla”.

 

 

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ALBERTO COTES ACOSTA,   Arquitecto, Especialista en Evaluación y Gerencia de Proyectos de la UIS, Especialista en Gerencia e Interventoría de Obras de la UPB.    Es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL.  Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected]

 

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