Editorial El Medio Magdalena
El Consejo Territorial de Planeación en un dictamen políticamente correcto conceptuó a propósito de un análisis que hizo sobre el plan de desarrollo municipal que el gobierno local está elaborando, que era “un documento por mejorar”. Este lacónico y ambiguo concepto que buscaba evitar enfrentamientos entre esta organización consultiva con el alcalde municipal disfraza un análisis en donde sale muy mal librado, o como se diría popularmente se “raja”, el plan de desarrollo del actual gobierno local.
El análisis que hizo el Consejo Territorial de Planeación del plan de desarrollo municipal reviso aspectos formales y normativos, la participación de la población, el diagnostico de la municipalidad que sirve de base del plan, la formulación de objetivos, metas y estrategias, aspectos presupuestales, entre otros. En estos puntos el plan de desarrollo del alcalde Bueno Altahona salió muy mal librado, el trabajo del Consejo Territorial de Planeación muestra vacios importantes tanto en el diagnostico local, base para la elaboración del plan, como en la formulación de metas, objetivos y estrategias, la débil participación de la comunidad y las deficiencias en los aspectos presupuestales.
Esto en resumidas cuentas señala profundas debilidades en términos conceptuales, operativos y presupuestales del plan de desarrollo municipal, lo que es muy grave para la localidad considerando que este es el documento más importante a nivel administrativo en el municipio y que guiara la inversión de recursos a nivel local durante los próximos cuatro años.
Lo más preocupante de esta situación es que estas deficiencias no es lo único problemático que se puede evidenciar en el proceso de elaboración del plan de desarrollo de la administración municipal, para la muestra lo dicho por el titular de la Oficina Asesora de Planeación, entidad local responsable de la construcción de este documento, que sin ruborizarse señalo que van más de dieciséis (16) versiones del plan, lo que significaría que de acuerdo a lo transcurrido del 2012 se ha hecho casi una versión cada semana del mismo.
No se entiende como un alcalde con la experiencia de Elkin Bueno Altahona, que ha sido ya dos veces alcalde, cometa semejantes errores con el documento más importante de su gobierno, y que sus funcionarios y los asesores contratados para la elaboración de este documento no hayan logrado mostrar mejores resultados, todo esto lo único que produce es inquietud e incertidumbre dentro de la ciudadanía y la sociedad civil.
Esta situación debe no solo prender las alarmas de toda la ciudadanía, sino también poner en movimiento a la comunidad para que el documento que se presente al Concejo Municipal sea bien revisado y ajustado por esta corporación, para lograr que se apruebe el mejor plan de desarrollo posible. Los partidos políticos y sus representantes en el Concejo deben cumplir su labor y buscar el apoyo tanto del Consejo Territorial de Planeación como de las organizaciones gremiales, sociales y comunitarias para que se haga un debate que de cómo resultado un plan de desarrollo que responda a las expectativas de la comunidad de Barrancabermeja.
Indignación
Lo mostrado por los medios de comunicación producto de las denuncias de algunos miembros del Concejo Municipal acerca de los alimentos que se han perdido en bodegas de la administración municipal y que debieron ser entregados a los damnificados por el invierno ha despertado indignación en toda la comunidad, no se entiende como en medio de esta crisis humanitaria el gobierno local permita que se pierdan alimentos por un lado y por el otro promueva donaciones y la recolección de ayudas para los afectados por las inundaciones. Así mismo no se entiende que hacen tantos elementos apilados en una bodega cuando se está presentando una situación crítica en varios sectores del municipio, al tiempo que se publicitan donaciones cuando no se sabe si es necesario, todo esto indicaría que el gobierno local no conoce realmente que tiene almacenado.
Es momento de ser rigurosos y exigirle al alcalde Bueno Altahona seriedad en su administración y a su secretario de Medio Ambiente responsabilidad y respeto hacia la comunidad, pues la ciudadanía no soporta que se juegue con la tragedia humana. La verdad es que la comunidad espera que los entes de control hagan su trabajo rigurosamente y que no se pierda ni una panela o una libra de arroz más.
