Por: Heyner Mancera R.
Se está cocinando algo al lado de las 5 campañas de los candidatos a la cámara por Barrancabermeja. Se trata de un grupo de jóvenes que están mirando más allá de la coyuntura, las componendas y los votos. Si lo analizamos, todos los candidatos reclaman para sí la integración y el liderazgo regional pero hay que dar muestras de aquello. Estos jóvenes desean dar una señal clara de algo que se habla mucho pero poco se practica: “construir e integrar en medio de la diversidad”.
Se trata de simpatizantes de cada una de las campañas que se reúnen para mirarse a los ojos, reconocerse y entender que en lugar de alejarnos debemos acercarnos teniendo en cuenta que los objetivos son los mismos, Barrancabermeja y la región; no se trata de “voltear” la intención de votos porque ante todo la diferencia exige respeto como premisa. Se trata de:
·Consolidar el nuevo liderazgo social y político de cara a la segunda década del siglo XXI.
·Encontrar puntos en común de los cinco candidatos.
·Evitar al máximo la fuga de votos hacia candidatos foráneos.
·Estudiar la posibilidad de un foro abierto con los candidatos locales
·Proyectar las elecciones del 2011
Poco a poco los barranqueños (ó barramejos) vamos entendiendo el valor de la unidad y tirando a la basura el sectarismo político que aísla pensamientos y crea rivalidades. Una vez elegido un candidato se convierte en el gobernante de todos nos guste o no. El candidato o los candidatos que saldrían elegidos, deben ser los representantes de los intereses de la ciudad ante el congreso de la república y no un representante de intereses corruptos, mezquinos y clientelistas. Aunque el fantasma de la politiquería siempre ronda, este solo puede ser exorcizado por la cultura del voto consciente que gradualmente crece en la ciudad que ya no es la misma ingenua y tonta que se dejaba meter los dedos en la boca hace décadas.
Los liderazgos políticos deben estar acompañados de estructuras políticas, procesos sociales, académicos, gremiales y esto es lo que debemos consolidar y fortalecer. En nuestra ciudad han ganado liderazgos políticos sin estructuras y por esta razón se cae fácilmente en el caudillismo de creer que si no es “fulanito de tal” no es más nadie. El único proceso en la historia política reciente que mezcló liderazgo, estructura más proceso social, fue el amado y odiado FILA (Frente de Izquierda Liberal Autentico) del cual pienso que hay cosas rescatables. ¿Cómo se formó? ¿Cuánto tiempo duró? ¿Qué resultados obtuvo? ¿Qué errores se cometieron y cómo funcionó? Los errores y aciertos del FILA son conocidos pero las actuales generaciones deben aprender esa parte de la historia para no repetirla.
La discusión hoy no debe ser el insulso cliché de si somos de izquierda o derecha sino sobre qué bases y temas vamos a construir nuestra propuesta política para la ciudad y región. Los próximos representantes a la cámara deben tener claro que una de sus obligaciones será fortalecer los procesos políticos nuevos y frescos que encarnen el sentir de la comunidad, su visión de futuro y claro, todo en medio de las diferencias.