Mi clase de historia de periodismo local fue toda una frustración.
Por: Pedro Severiche Acosta.
De nada sirvió echarle mano a cuanto dato pude encontrar para hablarle hace un par de días a un grupo de estudiantes de bachillerato sobre la historia del periodismo en Barrancabermeja, encargo que me hiciera, con mucho cariño, un docente de literatura. Fueron oídos sordos los que me topé en mi regreso a las aulas. Debo confesar que llegué con mucho temor a la cita. Era un salón casi lleno de jóvenes estudiantes de bachillerato a quienes debía yo hablarles de lo que ha sido el periodismo en el puerto petrolero, tierra de mis mayores y caros afectos.