En las discusiones sobre cómo los estudiantes deben llevar su cabello, o si pueden usar maquillaje o aretes, si pueden establecer relaciones sentimentales, elementos reglados por los manuales de convivencia o códigos de conducta estudiantiles, se olvida a menudo que los derechos humanos están por encima de las determinaciones que se establezcan en las instituciones es educativas.
La constitución política de Colombia establece que este país está organizado como un Estado Social de Derecho donde hay una supremacía de los derechos humanos, y uno de esos derechos es el libre desarrollo de la personalidad.
La garantía de cada persona, sin importar edad, género, condición social, etnia, etc., tiene la posibilidad de expresarse de la manera que prefiera sin ser excluido o discriminado.
Eso es fundamental para realmente construir un estado basado en individuos libres e iguales.
Cualquier tipo de restricción solo provoca mantener unas condiciones que se han visto por décadas, una sociedad machista, clasista, racista y excluyente.
Y esa sociedad es la que ha generado la violencia se ha vivido en el país, y no solo la violencia política, también la sexual, familiar, racial, y social que se ven cada día.
Los que fueron educados en la idea de la uniformidad, el control y la restricción de derechos no hicieron de este país un lugar mejor, esos disciplinados que llevaban el cabello corto, sin aretes, sin tintura en el pelo, etc., han construido un país violento, clasista, machista y excluyente.
Esa formación restrictiva no ha dado los resultados esperados, no se vive mejor por ese tipo de restricciones o ese concepto de disciplina académica que se anhela como un ideal pero que en la realidad solo ha resultado en problemas mentales, familiares y sociales.
Antes de pensar en restringir y constreñir a los jóvenes, se debería hacer una revisión crítica de lo que ha sido ese concepto de disciplina escolar y los resultados que ha tenido.
Tantos problemas mentales, familiares, sociales son el resultado de muchas restricciones que solo han facilitado una sociedad llena de problemas.
No hay que olvidar que los problemas de exclusión y discriminación a mujeres, grupos étnicos, campesinos, población LGTBI, entre otros, es el resultado de restringir en vez de reconocer y acoger la diferencia entre los seres humanos.
Hacia allá debería dirigirse la educación y ese debería ser la materia de discusión escolar.
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