Se aproximan elecciones al congreso y se repite el fenómeno de siempre, la depredación local de candidatos, o en términos más sencillos, como cada aspirante barranqueño a algún cargo de elección es atacado por sus paisanos, que le ven todos los peros y argumentos en contra habidos y por haber.
Es claro que cada uno tiene sus preferencias electorales, eso no se cuestiona, lo lamentable es que cada barranqueño que aspira a un cargo de elección tiene que enfrentar en primera instancia el ataque de sus coterráneos, algo que no es ni nuevo ni exclusivo “nadie es profeta en su tierra”, pero es algo que le hace mucho daño a la representación política local y al surgimiento de liderazgos políticos propios.
Es similar a lo que sucede con el sentido de pertenencia municipal, es una de esas cuestiones que todo el mundo identifica como problema, pero que nadie hace nada por revertir.
Así las cosas los pocos que se atreven a proponer sus nombres como candidatos a alguna elección reciben de entrada el ataque de sus vecinos y paisanos, que destacan sus defectos y faltas antes que sus virtudes y cualidades, y la primera seria ser barranqueños.
Eso se convierte en un potente disuasivo y por eso son pocos los que se atreven a participar en elecciones, y también por eso son pocos los liderazgos políticos que surgen en el necesario proceso de renovación electoral.
En un país como el nuestro donde los partidos políticos están en una profunda crisis de desconfianza y democracia interna, y donde abundan las microempresas electorales, los nuevos liderazgos ven pocos espacios para surgir y presentarse al electorado, lo que se complica aúnmás cuando en las municipalidades hay poco apoyo a los candidatos propios, y lo que sucede es un permanente desprestigio de las aspiraciones electorales locales.
Esto hace que prácticas políticas cuestionables se mantengan, la desconfianza hacia los políticos se mantenga y la indiferencia hacia el gobierno se afiance, y todo por cómo se comportan los mismos ciudadanos.
Más allá de un lacónico lamento o de un trasnochado ejercicio de orgullo local, es indispensable para la política municipal el apoyar nuevos liderazgos que se presenten en los procesos electorales, y aunque el ideal sería que estos aspirantes surgieran de procesos políticos democráticos y colectivos, en partidos políticos organizados, no hay que olvidar otros liderazgos que surgen en medio de otras circunstancias, a veces más difíciles, que también pueden ser valiosos para Barrancabermeja.
La idea es dejar atrás esa depredación de candidatos locales y más bien buscar consensos que permitan que la representación política de la municipalidad en los escenarios nacionales y regionales de deliberación aumente, lo que puede redundar en mejor gestión estatal que beneficie a la localidad.
Este municipio tiene un gran censo electoral, que permite pensar en una más amplia y variada representación política.
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