Los viejos trabajadores petroleros tenían todas las famosas bicicletas HUMBERT (muy resistentes). Eran «adoradas» por nuestros abuelos (muchos de ellos les hacían un mantenimiento similar al que le hacen a un carro).
En la refinería, con exactitud meridiana, accionaban un PITO – similar al de un barco – que se oía por toda Barranca, anunciando la entrada y la salida de los trabajadores.
Ese era el reloj de Barrancabermeja. No habían Smartphone – como hoy – para saber la hora.
El espectáculo era único, porque sonaba el PITO y salían 3000 hombres montados en sus bicicletas por la avenida del Cristo Petrolero (que en esa época no existía y era solo monte) y en las casas, las mujeres de los petroleros ya les tenían los almuerzos listos para sus maridos, que eran recibidos como «reyes» porque eran el sostén de la casa.
En el ambiente del entonces pequeño pueblo se percibía el aroma de una cocina casera, sobre las 10:30 de la mañana, justamente, cuando sonaba EL PITO.
Ya por la tarde, sobre las 4:30 pm, la salida de bicicletas era igual, pero los trabajadores no se dirigían a sus casas, sino a jugar billar y a tomar licor en toda una cantidad de bares y cantinas ubicadas sobre la Avenida del Ferrocarril, donde dejaban la mayor parte de su salario.
Eran otros tiempos.
Era otra Barrancabermeja, la Barrancabermeja de los años 60 del siglo pasado.
Para leer más noticias de Barrancabermeja y el Magdalena Medio pueden dar click aqui