Presentimientos:
Algo bizarro y grave está pasando con la privacidad, los datos e información personal de la ciudadanía en Colombia. Los responsables detrás de esto, se tiran la pelota y no dan explicaciones claras. Muchas suspicacias. Sacan excusas sin sentido, se desvinculan de una responsabilidad inminente.
¿Qué Ocultarán?
Episodio:
Esto es como esa historia, que te cuentan a medias, pero que, por defecto, intuyes que falta algo más. Y no descansas hasta encontrar esa… La raíz del problema.
Lo primero, es entender la importancia de nuestros datos, de la manipulación transparente de ellos, del derecho constitucional que tenemos a entregarlos a quien queremos. Es el honor e importancia de nuestra privacidad, todo debe ser siempre con consentimiento y autorización, nunca por obligación o invasión.
Hablemos del valor de los datos: no me refiero al valor económico que poseen, al ser el activo más costoso del mundo. Me refiero a su valor democrático.
En el pasado, jamás llegamos a imaginar el valor democrático que llegarían a tener o que quizás, siempre han tenido y no nos habíamos dado cuenta.
Después de casos como el famoso «Cambridge Analítica «, dónde robaron datos de millones de personas para establecer un candidato presidencial con toda esta información, el mundo se enteró de lo que hacen las mafias del poder con nuestra privacidad.
Allí salieron a relucir nombres como el de Enrique Peñalosa. Escándalos como el de Mark Zuckerberg, creador de Facebook y su muy polémica política de tratamiento de datos que ha llegado hasta los más altos tribunales del planeta. ¡Cuidemos los datos!
Y es que, en Colombia, no nos es ajeno esta situación de trata ilegal de datos. Gracias al mal manejo, se han fraguado los más asquerosos fraudes electorales, gracias a la mala manipulación de nuestros datos se robaron los bonos solidarios, gracias a la mala manipulación de nuestros datos este es uno de los países más corruptos del mundo, el más nefasto del planeta.
Hechos:
El pasado domingo 07 de junio, a miles de personas nos llegó un correo y un mensaje de texto con la columna de la Revista Semana, escrita por Vicky Dávila, «el plan contra Uribe».
Lo extraño, radica en que ninguno de los usuarios autorizó este tratamiento de información personal. Este uso de nuestra información sin consentimiento configura un delito.
Al paso, cientos de twitteros quienes les llegó este mensaje, salieron a reportar lo que estaba sucediendo a través de la plataforma. Esto encendió un debate y se empezó con una investigación, todo con el fin de esclarecer; ¿quién y por qué motivo está tratando nuestros datos?
Sucesos:
Se hallaron varias cosas, todos los mensajes provenían de los mismos números: 85666 85668. Se encontró también, que estos, son pertenecientes a la compañía de difusión masiva llamada INFOBIP COLOMBIA SAS. INFOBIP es una empresa privada con NIT 900438922-1 y ubicada en la carrera 11B #97-56 Oficina número 602, en Bogotá.
A partir de allí, se comprendió que alguien estaba realizando un pago por este servicio, para la promoción de estos mensajes con columnas de la Revista Semana.
En un comienzo, le exigimos a Vicky Dávila que respondiera públicamente por los señalamientos, que son graves y que no puede pasar desapercibidos. Más de tres mil personas firmaron una petición en change solicitando un comunicado público de ella, el cual nunca llegó. Un rotundo silencio de la comunicadora.
Después, interpuse dos derechos de petición. Uno para solicitarle a Vicky, de manera legal, su réplica pública. El otro, para solicitarle a la Revista Semana, que nos mostrará consentimiento verbal o escrito de todas las personas a quienes les llegó esto. La respuesta de la Revista Semana fue, entre comillas, salir a lavarse las manos, alegando no tener ningún vínculo político o comercial con esta agencia llamada INFOBIP.
La búsqueda de respuestas no terminó allí. Ese afán de Semana por desvirtuarse de esta discusión resultó muy sospechosa e importante de esclarecer.
En entrevista con la Oreja Roja, INFOBIP asegura qué y cito textualmente: «son nuestros clientes quiénes de manera directa y autónoma, generan los contenidos e informaciones, que envían a través de nuestra plataforma.
INFOBIP no administra bases de datos de usuarios, finales receptores de los mensajes, no decidimos a quién enviar un mensaje, pues quién lo hace, es nuestro cliente de manera independiente, usando ellos, sus propias bases de datos» señaló Silva Ardila, una de las representantes de la empresa.
Aquí podemos concluir que INFOBIP, deliberadamente, se intenta desligar del uso ilegal de datos, insinuando que la responsabilidad es de los clientes, afirmando que no tienen nada que ver, lavándose las manos al mejor estilo Semana.
De esta entrevista de INFOBIP en la Oreja Roja, resalta la ausencia de auditoria para el tratamiento de datos, resalta el hecho de que hay un cliente y un contrato, reluce que tienen nuestra información de forma fraudulenta y arbitraria: correos electrónicos y números telefónicos, que alguien paga este servicio, que violaron nuestra privacidad…. Y nadie da la cara, nadie responde por este abuso.
Se ha solicitado públicamente a INFOBIP COLOMBIA SAS que revele el nombre de la persona firmó y que pagó por este servicio.
Cuestionamientos:
¿De dónde salieron los recursos para pagar? ¿Cómo obtuvieron nuestros datos? ¿Por qué las personas y empresas envueltas, en este escándalo, no declaran públicamente su rechazo al tratamiento ilegal de nuestra información personal? ¿No les importa?
Es imposible pasar por alto el hecho de que Revista Semana, parece estar de acuerdo con la difusión ilegal, negando tener vínculo con la agencia de difusión y guardando un silencio cómplice al respecto.
Son muchas las preguntas que se hace la ciudadanía en este momento son demasiadas las dudas sobre lo que está sucediendo, pero lo más importante es que solo INFOBIP podrá revelarnos la verdad… ¿Lo harán?
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@DonIzquierdo_ es un twittero que se describe como – Progresista y humanista, antiuribista hasta la médula. Activista digital, escribo con la izquierda.
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Texto original tomado de: https://pluralidadz.com/
