Un proverbio chino afirma que “la verdad a veces es amarga, pero como toda medicina, hay que tomarla”.
Por ello, esta columna en tiempos de COVID-19 va dedicada a verdaderos héroes, que sin importar cuántos followers tienen, hoy reciben todos los ‘me gusta’ del mundo.
En esta época de pandemia, ha sido interesante observar la interacción y reacción que ha tenido la gente frente a la pseudo profesión de los “influencers”.
Porque el interés que se tenían de la gran mayoría de los influenciadores (aclaro que no todos), ha caído abruptamente.
Quizás se deba porque durante años, la sociedad ha estado inmersa en aplaudirle más a la forma (contenido importante) que al fondo (lo importante).
La pregunta que deberíamos hacernos es, ¿si a la mayoría de los influenciadores les quitaran sus redes, influirían? La sociedad por un tiempo se equivocó al seguir a personas no tan dignas de admirar.
Carlos Rebate, en su libro “Influencers”, distingue a los influencers efímeros con los que transforman vidas y cuentan con “fans verdaderos”.
Yo prefiero diferenciarlos entre “influencers” a un nuevo término: los “influyentes”. Un influencer trata ‘importar’ para intentar aportar. Mientras que alguien ‘influyente’, aporta, luego importa.
Triste saber que algunos influencers se les pague por estar y postear, mientras que a los influyentes se les pagan por ser y aportar.
Dos verbos que nos llevan a entender que detrás del influyente no hay fama, sino influencia verdadera.
Unos aparecen en la prensa socialité, mientras los otros serán recordados en la sociedad porque serán referenciados en libros, tesis, artículos, y en los corazones y mentes de quienes se han beneficiado de sus conocimientos. Como los médicos u otras profesiones.
Espero que estas amargas palabras sirvan de espejo y cuestionemos qué contenido es importante y quiénes son relevantes para esta sociedad. Porque gracias a la pandemia, espero que la gente se infecte, pero de lo que sí es aportante en esta humanidad. Así que ‘follow’ a los que sean realmente dignos de admirar.
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La columna escrita por @feliperianojaramillo no representa la línea editorial del medio. Felipe Jaramillo es experto en comunicaciones y negociación de la universidad de Harvard/MIT/FBI/CIA
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