Algunas reflexiones que —con mucho respeto— comparto a mis amigos analizando los resultados de las encuestas que, por intención de voto, han venido circulando en Barrancabermeja en las últimas horas y que reflejan lo que, muy posiblemente, ocurrirá en las elecciones locales del próximo 27 de octubre.
Al candidato de Cívicos al 100%, Jonathan Vásquez, hay que recordarle que cuando en una campaña política se gasta una fortuna millonaria, tratando de «convencer» a toda una ciudad que «la corrupción y la politiquería son malas a la hora de dirigir los destinos del municipio», pues la gente, inicialmente, termina creyéndole al político, pero, si ese mismo candidato, por error en el sostenimiento de su estrategia, se rodea de lo más conocido de la clase política tradicional y utiliza las mismas prácticas que «dice combatir», termina por perder toda la credibilidad que pudo haber ganado con el voto de opinión, sencillamente porque los electores no le ven coherencia entre su discurso y sus hechos.
Al candidato Jonathan Vásquez le pasa lo del papá que le dice al hijo que «no tome trago», pero el hijo lo ve todos los días borracho. Entonces su mensaje llegó a las masas totalmente distorsionado y lo que inicialmente representaba una renovación en la política, tal como se presentó hace 4 años, terminó por decepcionar al voto de opinión que, inicialmente, le creyó, de buena fe, su propuesta de gobierno.
De otro lado en Barrancabermeja parece que la gente —cada día— sabe más de política y no es fácil engañarla, así que, si un candidato dice que «va a defender la mano de obra local», ese candidato no puede tener como financiadores de su campaña a representantes clanes de políticos por fuera de Barrancabermeja, totalmente desprestigiados, porque la gente «no es boba» y sabe que gran parte de la contratación va ser impuesta por quienes lo financiaron.
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Recorrer cada centímetro de la ciudad, con un número muy grande de seguidores totalmente uniformados de pies a cabeza —con todos los gastos económicos que esto representa— hablando mal de los partidos políticos tradicionales y del gobierno actual de la ciudad, para terminar “arrebatando grotescamente” el aval a más de un precandidato a la alcaldía, pertenecientes a partidos políticos que él mismo tanto criticó, entonces lo normal es que todo ese capital político que venía invirtiendo desde hacía 4 años atrás, terminaron convirtiéndose en un verdadero «boomerang» que lo diezmó políticamente.
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La gota que rebosó la copa de su larga lista de incoherencias —y que la gente observó asombrada y perpleja— fue cuando por tratar de mostrarse como político «independiente», menospreció al partido Liberal, acusándolo de «haber sido el causante de todos los males de Barrancabermeja en los últimos 25 años», sin tener en cuenta que su señor padre, don Oscar Vásquez Afanador, había sido precandidato a la Alcaldía de Barrancabermeja en el año 2.007 por cuenta de esa colectividad.
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Además, después de haber cogido «a patadas» al partido Liberal, Jonathan Vásquez recibe en el seno de su campaña al ex concejal, Alfonso Baeza Acuña, un ícono del liberalismo en Barrancabermeja y quien lleva militando 40 años en el seno de ese partido político.
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A todo lo anterior hay que sumarle que el candidato Jonathan Vásquez, al parecer no conoce su programa de gobierno y propone —justamente— lo que en el mismo programa NO aparece, me refiero al caso de los 12.000 empleos que ofrece en volantes callejeros y que NO figuran en su Plan de Gobierno. Ya la gente sabe que si una propuesta no aparece en el programa de gobierno, el candidato, ya como mandatario, no está obligado a cumplirla y esta no sería la excepción.
Su desconocimiento de los asuntos públicos fue notoria, por ejemplo, cuando se refirió a trasladar el relleno sanitario a la zona de El Centro (Ecopetrol), cuando en su programa de gobierno lo que ofrece es una planta de tratamiento de residuos sólidos, dejó evidenciar una falta de seriedad en sus propuestas, que lo terminaron dejando muy mal con la comunidad de ese corregimiento, reflejando mala preparación para gobernar una ciudad como Barrancabermeja. Lamentablemente esos errores se pagan caro.
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Quizás lo peor de todo esta debacle electoral de Jonathan Vásquez fue haberse autodenominado con el alias de “el pelao”. La verdad no entendemos que pretendía con esto, un profesional universitario, con pareja e hijos, cercano a los 30 años, con más de 4 años haciendo política, manejando multimillonarias suma de dinero en este proceso electoral, tratando de convencer a los barranqueños que es «la persona idónea» para manejar los destinos de la ciudad distrito, no puede en ningún momento mostrarse como un “pelao”, menos cuando está rodeado de políticos veteranos e integrantes de clanes políticos de lo más tradicional de la vieja política partidista. Creo que a la gente no le llegó ese mensaje de «soy un pelao».
Así, lo que comenzó como un candidato «independiente», ya no lo es, quizás —por el contrario— Jonathan es el candidato más comprometido con toda la continuidad de las malas prácticas administrativas y políticas representadas en los mismos de siempre.
El candidato que promovía «la nueva forma de hacer política», nunca pudo pasar del discurso.
Manifestó que «combatiría la corrupción» pero se rodeó con los más corruptos, terminó «cambiando ladrillos por firmas», pasó de ofrecer empleos a ofrecer “oportunidades de empleo», sembrando el odio y la división entre los barranqueños con temas salidos de contexto como el de la revocatoria que puso sobre la mesa en el debate del canal TRO, cuando toda Barrancabermeja había percibido su oportunismo político en el desarrollo de ese mecanismo de participación ciudadana.
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Lamentablemente, Jonathan Vásquez terminó como un “pelao” irresponsable, desconocedor de los asuntos públicos, sin preparación ni madurez para gobernar, que confunde cifras, lugares, escenas, estrategias, que no sabe lo que ofrece, ni mucho menos sabrá cumplir lo que prometió. En fin, totalmente salido de cabales para gobernar.
El candidato perdió la coherencia y por lo mismo perdió la credibilidad.
Si piensa votar, háganlo bien, pero esto es corrupción
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Publicado por Oyentes Barrancabermeja Virtual en Domingo, 20 de octubre de 2019
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RAUL ANDRES ARDILA es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected]
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