Por: Rosberg Perilla Pérez.
Quiero aclarar, antes de continuar con el comentario, que la señora Yidis Medina cometió un gran error. El hecho de haber vendido su voto en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes para aprobar la reforma constitucional que permitió la reelección del ex presidente Uribe, (delito que ella aceptó y que aún está pagando con creces a la justicia colombiana), dejan claro que, infortunadamente, estamos frente a una dirigente política clientelista y prebendaria. Pero ojo, decir que Yidis es una «secuestradora extorsiva» que actuaba en Barrancabermeja a nombre del ELN, no sólo es un disparate sino una canallada.
Aún no salgo del asombro luego de conocer la sentencia que dictó el Juzgado Segundo Penal de Bucaramanga que condena a Yidis Medina a 32 años de prisión porque, supuestamente, participó en calidad de coautora en el secuestro de los señores Ricardo Sequea Cristancho, Juan Carlos Carvajal Torres y Luís Francisco Guarín, hechos que, aparentemente, ocurrieron en el mes de diciembre del año 2000, (es decir hace 12 Años).
No me cabe la menor duda que se trata de un burdo montaje de la justicia colombiana en donde, dolorosamente, al más pobre y al más pendejo es al que condenan injustamente.
Me quedan muchas preguntas que, inexplicablemente, no tuvo en cuenta el Juez de Bucaramanga.
LA PRIMERA: ¿Por qué razón, si el Municipio de Barrancabermeja le debía dinero a la Cooperativa Integrar y la cuenta estaba legalmente respaldada por un Convenio y a la vez la cuenta se hallaba tramitada a nivel interno tanto en la secretaría de Hacienda como en la Tesorería, —pregunto yo—, era necesario «secuestrar y extorsionar» a dichos funcionarios públicos para que pagaran la cuenta?
Cualquier persona con dos dedos de frente entiende que cuando se secuestra y extorsiona a una persona es porque se pretende recibir ese dinero por vías y mecanismos ilegales que, «justifiquen» ese procedimiento.
Sin embargo, repito, en este caso el dinero ya estaba total y legalmente garantizado en Tesorería, incluso, a lo largo de todo el proceso y en declaraciones dadas a la prensa, el señor Ricardo Sequea reconoce que una vez fue puesto en libertad, después de las horas que estuvo retenido (junto con Carvajal, Guarín y la propia Yidis), el dinero se le canceló inmediatamente a la Cooperativa.
Entonces, ¿para qué el secuestro?
Según la sentencia del Juez, Yidis Medina presionó a la guerrilla del ELN para realizar el secuestro ejecutado el 21 de diciembre de 2000, puesto que «tenía intereses de tipo económico para realizar dicha acción».
Hay algo raro ahí que no cuadra.
LA SEGUNDA: ¿Por qué razón, si Yidis Medina era la que había planeado el secuestro, se dejó ver perfectamente el rostro de las supuestas víctimas, cuando se sabía de antemano que los secuestrados conocían a la secuestradora?
Lo lógico, en cualquier retención, y dada la gravedad del delito y por las consecuencias que tiene para el delincuente en caso de ser descubierto, el secuestrador se cubre la cara con una capucha para evitar ser identificado.
Todo el mundo sabe que tanto Ricardo Sequea, como Juan Carlos Carvajal y Luís Francisco Guarín conocían y sabían quién era Yidis Medina, que para la época ya era una reconocida dirigente política de Barrancabermeja especialmente en el sector nor oriental de la ciudad.
Ni que Yidis Medina fuera una estúpida para que, de frente y dando la cara, delante de los doctores Sequea, Carvajal y Guarín, diera las instrucciones y órdenes del secuestro.
Qué pena, pero ese cuento no se lo cree nadie.
Sería el primer caso en el mundo en que la secuestradora, (muy conocida de las víctimas y que en esta caso eran 3 ciudadanos), se dejara ver la cara para que después la demandaran ante las autoridades.
Aquí también hay algo que no cuadra.
LA TERCERA: ¿Por qué razón la Fiscalía tuvo archivado el caso del secuestro durante muchos años y solo fue desenpolvado, justo, cuando se presentó el caso de la Yidispolítica en el año 2006?
LA CUARTA: ¿Por qué razón, faltando pocas semanas para que se dictara sentencia, cambian inexplicablemente al Juez, quien a la postre resultó ser aliado y viejo amigo político del ex congresista Iván Díaz Mateus, justamente uno de los perjudicados con las declaraciones de Yidis Medina en el sonado caso de la Yidispolítica?
¿Es que acaso no saben que en Bucaramanga todo el mundo identifica al Juez como militante del partido Conservador de la casa de Iván Díaz Mateus?
¿Es que no recuerdan que el Juez fue Registrador Municipal de Barrancabermeja, cuota de Iván Díaz Mateus?
¿No debió declararse impedido el Juez para asumir el caso?
LA QUINTA: ¿Por qué razón se habla, al interior del proceso, de un carrusel de testigos en los que incluso, estuvo el fotógrafo Chucho Villamizar, quien posteriormente se retractó de lo manifestado en contra de Yidis Medina afirmando que el DAS le había ofrecido dinero para que enlodara la reputación de la ex congresista?
CONCLUSION: Las dudas son muchas y los interrogantes demasiados, por lo que se hace necesario que Yidis Medina busque rápidamente asesoría y vigilancia de la justicia internacional para su caso, especialmente cuando se sabe que los supuestos secuestrados, (Sequea, Carvajal y Guarín) formaron parte de la organización política Convergencia Ciudadana que dirigió el ex congresista Luís Alberto Gil Castillo, también acusado por Yidis Medina por parapolítico.
Claramente se aprecia que, en la condena que le imparten a Yidis Medina como extorsionista y secuestradora del ELN, se esconde una vil canallada.
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ROSBERG PERILLA PEREZ es un periodista barranqueño que usted puede ubicar en el correo electrónico: [email protected] o en el celular 311-208-3387.
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