Por: Darío Echeverry Jr.
La solidaridad y la movilización fueron durante mucho tiempo unos de los rasgos característicos de Barrancabermeja y su gente, pues frente a las adversidades la comunidad se unía para enfrentar las situaciones que se presentaban, y fue así que se pudo defender los derechos de los obreros, reclamar servicios públicos básicos y proteger la vida de los pobladores de este territorio.
Sin embargo eso se fue perdiendo, esa identidad se diluyo entre la violencia y la indiferencia de la gente y ahora son otros valores y prácticas las que priman, como la infamia, la crítica destructiva y la exageración, que intentan llevar a la población a perderse entre la incertidumbre y la indolencia.
Es necesario que el municipio reconstruya los lazos que unen a los ciudadanos, que permita recomponer el tejido social y facilite el dialogo y la acción colectiva, pero para eso es necesario dejar atrás prejuicios e intereses individuales para poder ver el beneficio colectivo.
No es con insultos, improperios y críticas destructivas que la ciudad va a poder enfrentar los problemas que tiene, solo a partir de una unión de voluntades es posible avanzar, divididos solo seguiremos hundiéndonos en las dificultades.
Es necesario reconocer que en los años de vacas gordas, en medio de la abundancia y el optimismo, no se tomaron las decisiones y se realizaron las acciones necesarias para sentar las bases del desarrollo del municipio, y ahora en la escasez y la estrechez todo se hace más difícil pues los ajustes necesarios para afrontar los problemas son mucho más dolorosos.
Pero solo unidos es posible afrontar los problemas de la ciudad. Los problemas económicos que se viven, aunque son el resultado de la crisis de la industria del petróleo, solo pueden ser superados si se reconoce que se desaprovecharon años y recursos en cosas innecesarias y que es tiempo de cambiar y ajustar para afrontarlos.
En años anteriores fue poco lo que se hizo para diversificar la economía o hacer inversiones estratégicas, pues la abundancia del petróleo hizo perder de vista la necesidad de ver el futuro.
Ahora cuando las necesidades apremian es necesario articular esfuerzos para enfrentar la dura realidad.
El esfuerzo del gobierno municipal, que destrabo procesos como la PTAR y que está articulando con el gobierno nacional para construir un POT o su insistencia en el proyecto de modernización de la refinería, son clara muestra del compromiso y liderazgo que tiene para afrontar y sacar al municipio de la crisis, pero si las organizaciones sociales, gremios, partidos políticos y comunidad en general no hacen frente común para acompañar y apoyar esos esfuerzos de la administración municipal, los más perjudicados son los habitantes de Barrancabermeja que tendrán que seguir sufriendo los embates de la realidad.
