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Gustavo Moreno: Un discurso contra la informalidad que ignora la realidad de B/bermeja

Mientras él y su equipo reciclan viejos discursos desde el Congreso, la gente sigue trabajando, resistiendo y luchando por sobrevivir. Lo hacen sin apoyo, sin promesas cumplidas y, ahora, también bajo el estigma que les impone alguien que debería estar de su lado.

La reciente intervención del senador barranqueño Gustavo Moreno en la Comisión VI del Congreso generó más dudas que certezas.

Su postura, centrada en una crítica severa al transporte informal y a las plataformas digitales como Uber, DiDi e InDriver, dejó en evidencia una desconexión preocupante con la realidad social que viven miles de ciudadanos en su tierra natal, Barrancabermeja.

Moreno sostuvo que estas plataformas atentan contra la legalidad y compiten deslealmente con el sistema de transporte público.

Sin embargo, omitió un hecho fundamental: en Barrancabermeja, ese sistema no funciona. No hay servicio de busetas, ni rutas organizadas, ni una infraestructura digna que garantice el derecho al transporte.

En su lugar, lo que hay es una ciudadanía que se rebusca día a día, que se sube a una moto o presta su carro particular para sobrevivir en medio del desempleo crónico que azota a la ciudad.

Mientras en su discurso exaltaba modelos como el de Pereira, Moreno ignoró que la situación de Barrancabermeja es radicalmente distinta.

La informalidad no es una opción libremente escogida

Es una salida forzada por la falta de alternativas. No se trata solo de moto-taxistas o conductores informales, sino también de profesionales desempleados que han encontrado en estas plataformas digitales una manera de llevar el sustento a sus hogares.

El senador también habló de subsidios al transporte público, una propuesta que, en el papel, suena bien. No obstante, no explicó de dónde saldrán los recursos, cómo se garantizará su sostenibilidad y, más importante aún, cómo se evitará que dichos fondos terminen siendo controlados por redes clientelistas.

Hasta ahora, ninguna de sus propuestas incluye mecanismos claros de transparencia o control ciudadano.

Intereses politiqueros

Más allá del contenido del discurso, la intervención de Moreno dejó entrever intereses políticos que ya se empiezan a perfilar de cara a las elecciones locales.

Detrás de su postura se encuentra Alfonso Eljach, ex alcalde y actual miembro de su equipo, quien ya alista su campaña para regresar al poder.

Ambos formaron parte de una administración que tuvo la oportunidad de transformar la ciudad, pero no lo hizo. Hoy, desde la comodidad del Congreso, pretenden dictar lecciones a una ciudadanía que los conoce de sobra.

El discurso de Moreno no solo criminaliza a quienes subsisten de la informalidad, también invisibiliza a una población que ha sido abandonada por el Estado y sus representantes.

Su desconexión con la realidad demuestra que no está escuchando a los habitantes de Barrancabermeja, sino respondiendo a agendas políticas que poco tienen que ver con las necesidades urgentes del territorio.

En un país donde la informalidad es reflejo de una economía excluyente, es inaceptable que un senador nacido en una de las ciudades más golpeadas por el desempleo se ensañe con quienes sobreviven sin garantías laborales, sin transporte digno, y sin una representación real en los escenarios de poder.

Mientras él y su equipo reciclan viejos discursos desde el Congreso, la gente sigue trabajando, resistiendo y luchando por sobrevivir. Lo hacen sin apoyo, sin promesas cumplidas y, ahora, también bajo el estigma que les impone alguien que debería estar de su lado.

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Fuente: En Línea Noticias

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