No quiero escribir artículos para adular al alcalde Jonathan Vásquez, como si lo hacen sus colaboradores y amigos que no le dejan ver la realidad de su precaria situación.
El Alcalde estaba muy confiado en que una vez se diligenciará la audiencia de imputación, los cargos no serían de mayor gravedad.
El Alcalde contaba con que las personas que le estaban haciendo las gestiones ante la Fiscalía le tenían «asegurada la situación«, tal como lo manifestó en varias ocasiones a su círculo cercano de amigos.
¿Qué pasa realmente con el alcalde?
Intentaré describir la situación del Alcalde para que los lectores (incluido el imputado) se ubiquen en el «mapa legal» en el que está enfrascado
Mapa Legal
El Alcalde está en medio de una investigación por compra de votos.
Su séquito lo niega, pero Barrancabermeja fue testigo de las colas enormes – en todos los puntos de votación – donde le pagaban dinero a la gente por votar a favor de Jonathan Vásquez
No sé si ellos – allá – toman por estúpida a la ciudadanía, pero toda Barrancabermeja se dio cuenta de la descarada compra de votos abiertamente y sin vergüenza alguna.
Algunos dirán: «Pero siempre se ha dado la compra«, y sí, tienen razón, pero jamás en la magnitud y en el descaro que se presentó ese día.
No disimularon absolutamente nada; querían – desesperadamente – «el récord de votos» y lo lograron sin ningún ápice de vergüenza.
Como era de esperarse – frente a tantas evidencias – la Fiscalía recibió las denuncias y de inmediato recopiló cientos testimonios de denunciantes que votaron por él, personas que atestiguan ante la Fiscalía asegurando que la campaña de Vásquez les pagó el voto con dinero, según dice hoy la Fiscalía a $ 100.000 por persona. ¡Qué barbaridad!
Hay material probatorio
Efectivamente, las investigaciones arrojaron suficiente material probatorio para imputar cargos al Alcalde, y no es como lo quieren ver algunos amigos del gobierno, que dizque: «una imputación no se le niega a nadie«. Todo lo contrario.
En este caso, la cantidad abrumadora de pruebas llevó a que el Alcalde fuera imputado por 3 delitos.
El más grave de ellos es el de «Concierto para Delinquir Agravado» y no es nada simple ni elemental.
Según la Fiscalía, Jonathan Vásquez era «el líder de una organización criminal compuesta por delincuentes que se organizaron para crear una estructura que les permitió comprar votos para asegurar la victoria en las elecciones para la Alcaldía».
De esta audiencia de imputación de cargos salió la solicitud de medida de aseguramiento qué se debatirá en una próxima audiencia.
La medida de aseguramiento puede ser intramural o domiciliaria, porque el alcalde «podría incidir en las investigaciones en contra suya«
¿Incidir en la investigación, como así?
Muchos se preguntan: ¿cómo es esto de incidir en las investigaciones?
Sencillo, como el Alcalde ostenta el poder en la ciudad y es el ordenador del gasto en la ciudad podría presionar a testigos o también ofrecer dádivas (ops, contratos, donaciones) para lograr «torcer» las investigaciones.
Ante este panorama tan complejo, uno pensaría que el señor Alcalde actuaría con muchísima cautela y bajándole un poco a la «espuma» de los acontecimientos debido a que su caso ha sido «comidilla» de los medios nacionales.
Lo lógico sería bajarle el tono a la visibilidad.
Ser visible, tomando decisiones erróneas, lo único que lograría es tener los reflectores de la opinión pública nacional encima de él.
Pero no, Jonathan no decidió hacer eso, el tipo grabó un video en donde literalmente «trapea el piso» con las víctimas del proceso, amenaza a los que lo delataron con medidas legales y encima acusa a la Fiscalía de «imputar cargos a base de mentiras», hasta de «fraude procesal» habló el inexperto muchacho.
Todas estas decisiones tomadas por él y su equipo de «brillantes asesores» le da razones a la Fiscalía para demostrar que está ejerciendo desde su cargo presiones sobre los actores del proceso.
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Jonathan ataca a las víctimas en una operación conjunta entre él y algunos «seudo periodistas a sueldo» pagados por su administración.
El mandatario amenaza a los testigos con medidas legales en un supuesto concierto para delinquir, orquestado por las víctimas del proceso y los testigos en contra de él.
Todo parece indicar que la rabia y la prepotencia son las que están guiando al Alcalde.
No sé quién lo asesora, no sé si la rabia y la prepotencia son los verdaderos «consejeros» en la vida política del Alcalde.
Sin embargo – si de algo estoy seguro – es que si le dictan medida de aseguramiento, se la merece totalmente.
ADENDA: El alcalde está tan presumido y prepotente que no se ha percatado que ya tanto en Bucaramanga y Medellín están conformando la terna que será enviada al Presidente de la República para que escoja su reemplazo.
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Daniel Sossa Téllez/ Barrancabermeja, septiembre 19 de 2024