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Alejandro Gaviria: Todo un comediante de la economía

Al no haber una fuente estándar de consulta para sus datos, Google Scholar no se considera de mayor importancia sin el debido contraste de otros rankings suministrados por bases de datos de peso en el tema, como el JCR de WOS, o el SJR de SCOPUS.”

Alejandro Gaviria utiliza prácticas engañosas en economía al inducir a sus seguidores a confiar ciegamente en las altas citas de Google Scholar

En el mundo de la economía, donde las teorías y las ideologías dan forma a las políticas y la toma de decisiones, el potencial para el engaño cobra gran importancia.

Los economistas, como figuras influyentes en la configuración de la opinión pública y las políticas, a veces pueden engañar a sus seguidores.

Este engaño se vuelve particularmente insidioso cuando un economista gana prominencia a través de citas en Google Scholar, ya que un alto número de citas no necesariamente equivale a principios económicos sólidos o imparciales.

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Estar entre los 10 primeros resultados en citas de Google Scholar no valida inherentemente la precisión o ética del trabajo de un economista.

Es crucial que los seguidores se acerquen a estas figuras con una mentalidad crítica, considerando el contexto y los posibles sesgos que pueden sustentar su investigación.

Según la cuenta de X  Arturo @Putrisilabo “Para  cualquier incauto, esto parecería un gran logro de Alejandro Gaviria, como él lo quiere hacer ver. Pero para los que sabemos de citación en recursos académicos, les comento un breve hilo, ya que trabajo con esto hace muchos años:

El ranking se basa en Google Scholar, que recopila básicamente cualquier información publicada en línea, almacenada en dominios .edu., y los únicos medidos fueron los afiliados a la institución que mide.

El ranking de Google Scholar debe ser refinado.  Se hace un proceso de identificación de homonimias, duplicados y estandarización de la identificación de autor. Sin este proceso, una cifra puede verse inflada y no respondería a la realidad. El artículo no menciona este proceso.

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Tomar como positivo las «vistas, descargas, consultas» o en este caso, las citas, como variante de peso positivo, sería correcto si no existiera un hecho: la gente también cita para controvertir. Por eso la afirmación de «mayor peso», se queda coja ante la realidad.

Dentro de las citas puede aparecer información de blogs, sitios web y cualquier portal de información que se considere «académico». Muchos pueden ver esto como positivo; no obstante, es información de humo si no hay criterios de selección establecidos, como en este caso.

Al no haber una fuente estándar de consulta para sus datos, Google Scholar no se considera de mayor importancia sin el debido contraste de otros rankings suministrados por bases de datos de peso en el tema, como el JCR de WOS, o el SJR de SCOPUS.”

La búsqueda del reconocimiento académico, a menudo medido a través del recuento de citas, puede llevar inadvertidamente a los economistas a priorizar la popularidad sobre la integridad académica.

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Algunos pueden verse tentados a presentar datos de forma selectiva o manipular los hallazgos para alinearlos con las ideologías u opiniones predominantes, creando así una narrativa distorsionada.

Como resultado, los seguidores pueden verse engañados y aceptar perspectivas económicas erróneas, asumiendo que un alto número de citas es sinónimo de confiabilidad.

Además, la presión para publicar con frecuencia y obtener citas puede alentar a los economistas a simplificar demasiado cuestiones económicas complejas, sacrificando matices en aras de la accesibilidad.

Esta simplificación excesiva puede contribuir a una comprensión sesgada de los fenómenos económicos entre el público en general y los formuladores de políticas.

Para evitar ser víctimas del posible engaño de los economistas que dominan las citas de Google Scholar, los seguidores deberían adoptar un enfoque perspicaz.

Es esencial examinar las metodologías empleadas, evaluar la independencia del investigador y considerar perspectivas alternativas. Participar en una amplia gama de literatura económica y buscar críticas de teorías populares puede proporcionar una comprensión más completa del tema.

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Fuente: Arturo @Putrisilabo

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