Cada quince días, Sandra, una humilde mujer residente en el asentamiento humano conocido como Punta Betin, cerca al puente Colseguros en el norte de Bucaramanga, me colabora con el aseo general de mi apto.
Aprovecho para charlar con ella de diferentes temas pero especialmente ausculto sobre sus condiciones de vida en estos tiempos aún más difíciles por el confinamiento y porque además, ella como muchos otros ciudadanos en condiciones de pobreza absoluta han sufrido como ningún otro las consecuencias que esta pandemia ha dejado.
El rebusque diario se vio truncado por el confinamiento severo de los primeros dos meses donde me cuenta ella, vivieron de milagro.
No recuerda qué entidad les dio un mercado que les alcanzó para seis días y jamás los volvieron a ver por allá. Nunca nadie de alguna entidad oficial los volvió a visitar, ni un mercado más, ni una ayuda de otra naturaleza, ni mucho menos conoce que es el PRASS (Pruebas, Rastreo, Aislamiento Selectivo Sostenible) absolutamente nada que le indique a ella y a su comunidad como abordar y resistir no solo las adversidades que el hambre produce, sino como proveerse los elementos mínimos de bioseguridad que eviten el contagio del Covid-19. Como dice ella, “nos dejaron morir”.
Mientras tanto, la inversión de recursos públicos ha sido mínima.
La Gobernación de Santander invirtió solo $299.958.750millones en mercados en un contrato firmado el 25 de marzo de 2020 a un costo unitario de $45.000pesos, lo cual significó un número total de mercados cercanos los 6.600para un promedio de núcleo familiar de 4 personas y un total de 24.663 ciudadanos. Según el DANE las personas en condición de pobreza en Santander superan las 400.000
De otro lado, revisando el SECOP desde el 13 de marzo de 2020, fecha en que se declara la emergencia Sanitaria través del decreto 192, hasta el 25 de agosto de este mismo año encontramos las siguientes cifras:
El monto en número de contratos es de 1.404sumando todos ellos un total de $155.294.779.352millones de pesos. Enero 17- marzo 12 2020
A partir del 13 de marzo los contratos suscritos por el gobernador de Santander suman $100.894.522.181 millones de pesos.
De este último monto, para atención específica de covid-19 se suscribieron 39 contratos por un monto de $ 11.783.331.852millones de pesos.
Las Cifras
Las cifras anteriores permiten inferir que de la ejecución presupuestal superior a 100 mil millones de pesos el Gobernador de Santander solo ha destinado un 11.67% a atender la pandemia mientras las cifras de contagios diarios son alarmantes y los decesos superan la capacidad instalada del área metropolitana en temas de hornos crematorios, por ejemplo.
De seguir la tendencia como se viene presentando con un promedio de contagios diarios de 500 personas y 25 decesos al final de octubre tendremos 30.000contagiados más y cerca de 1.500muertos.
Aún no entramos en la etapa de pico de la pandemia y por el contrario el día viernes 28 de agosto fuimos el primer departamento en decesos por encima incluso de Bogotá.
Pero también ese mismo día el Gobernador Mauricio Aguilar anunciaba nuevas medidas para la reactivación económica de la región. Una de ellas la apertura del parque Panachi para movilizar el turismo y la apertura de las fronteras del departamento y el transporte intermunicipal con una ocupación del terminal del 50%
Es decir, las lógicas invertidas.
En el momento de mayor contagio, siendo ya el tercer departamento en el país, con una inversión mínima en el sistema de salud, solo el 15%de expansión en camas UCI, con un equipo Covid que no supera las 30 personas para cubrir 87 municipios, con tomas de muestras que las EPS demoran hasta 30 días para autorizar permitiendo que los posibles contagiados escalen el virus, con unas medidas restrictivas que no las controla nadie y para la muestra de ello los días domingo, donde los vendedores ambulantes, músicos de todos los géneros, ciudadanos venezolanos y coterráneos levantan sus gritos de auxilio en cada calle de la ciudad pidiendo comida, ciudadanos agobiados por el encierro que incumplen el toque de queda transitando sin restricción alguna.
El pico y cedula pocos lo acatamos, la gente está en la calle, el sector productivo se debate entre la quiebra económica o la posibilidad de contagio de su mano de obra en gran medida, la desesperación de todos los órdenes no deja otra que enfrentar la pandemia en el azar de la calle, en la “normalización” al estilo del avestruz que cuando siente el peligro que cree que, metiendo la cabeza bajo la tierra para no verlo, se puede salvar.
Y aunque lo peor está por venir, el mandatario regional y los mandatarios locales, ahí como si nada, manejando la pandemia a punta de decretos y de redes sociales.
Hemos llegado a esta situación precisamente porque tuvieron cerca de 4 meses para consolidar el pico de la pandemia y no lo hicieron. Se atrincheraron en sus presupuestos haciendo cálculos amañados sobre sus intereses particulares.
¿Qué dicen los médicos?
Hoy las asociaciones médicas expertas, internistas, infectólogos, neumólogos, pediatras, entre otros, le piden a través de un comunicado al Gobernador que no regularice la región como lo ha planteado: “La reapertura implica asumir la responsabilidad de sus consecuencias; que en este caso son: pérdidas de vidas, colapso de servicios y sufrimientos innecesarios que bien pueden evitarse siendo prudentes al adoptar estas decisiones”.
Señor Gobernador. Tenemos otras realidades, tenemos un mundo diferente, el país no es ajeno a ello.
Su apuesta de “Santander Libre de Covid” pudo darse si usted hubiera actuado en el sentido correcto.
Está a tiempo de salvar muchas vidas, hoy la prioridad es la vida, la gente, los ciudadanos.
Aguante su apuesta de plan de desarrollo, invierta todos los recursos necesarios para salvar vidas, una sola que salve le dará la grandeza de su majestad. Hágalo, se lo pido sin ningún cálculo político.
Se lo pido en nombre de mi amigo Jorge Mesa Correa, de mi amigo Javier Hernández, quienes fallecieron en este mes producto de la pandemia.
Se lo pido en nombre de cientos de ciudadanos que según la estadística morirán en los meses siguientes, pero pudiendo evitarse.
Haga el esfuerzo, usted puede.
EMIRO ARIAS BUENO
Economista – Mg Ciencia Política.
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