La aparición súbita del covid 19 en el mundo ha provocado la aparición de ciertos comportamientos y respuestas de los individuos en la sociedad, y es un fenómeno mundial.
Dentro de esas formas de lidiar con el covid 19 vale la pena señalar dos, los que recurren a ignorar y los que apelan a negar, y ambas respuestas son no solo individualmente peligrosas sino socialmente riesgosas.
Ignorar es una respuesta cada vez más extendida entre la comunidad, y que tiene dos orígenes.
Por un lado, un grupo de la población desde el inicio de la pandemia ha optado por no acatar las medidas restrictivas o ha optado por incumplirlas conscientemente. La cuarentena y el distanciamiento social riñen directamente con sus costumbres, lo que ha provocado que busquen todos los medios posibles para evitar cumplir las restricciones y han optado por cambiar lo menos posible su estilo de vida.
De otro lado están las personas que se han ido agotando por los toques de queda, cuarentena y el distanciamiento social.
Hay sectores de la población que se sienten agotados por las restricciones en lo que conocían como vida normal y buscan los medios para retomar su vida social previa a la pandemia.
Para este grupo humano, ignorar las restricciones sociales los lleva a participar en fiestas, reuniones sociales y a cualquier tipo de interacción social a su alcance (sancochos, asados, cumpleaños, etc.), y no es un asunto de mera indisciplina social, es una respuesta normal de apego a las costumbres sociales de años, también a la necesidad de recuperar la vida normal previa a la pandemia, así como la necesidad de recobrar la interacción social que se está restringiendo.
No es fácil para los seres humanos cambiar su comportamiento, sus costumbres tan rápido, además la tensión e incertidumbre de la pandemia generan necesidades de desahogo o al menos espacios de relajación, lo que conduce a ignorar los cuidados necesarios.
Los que se han empeñado en negar la enfermedad.
Por todos lados se levantan voces que señalan que la enfermedad no existe y es una nueva forma de control social, político y económico, además plantean una intrincada teoría conspirativa que explica lo que algunos denominan como el fraude del covid 19.
Estas personas señalan que la enfermedad no existe o subestiman la posibilidad de contagio o incidencia en la salud de la personas.
Esto lleva a ignorar las medidas de cuidado y distanciamiento social, además de plantear una resistencia social a medidas para controlar el contagio.
Las personas que ignoran o niegan el covid 19 son una realidad social, y que no solo se pueden explicar como meros indisciplinados sociales o irresponsables, la cuestión es más compleja y requiere abordar la realidad considerando las formas de comportarse de las personas, sus costumbres, el conocimiento de la pandemia, el manejo de la ansiedad y el estrés actual, la incertidumbre económica, entre otras cosas, para poder buscar incidir en su forma de actuar y evitar que sigan siendo un factor de riesgo para ellos mismos y la comunidad.
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