Los debates que se han desarrollado entre los candidatos a la alcaldía se han convertido en una oportunidad de oro para poder escuchar las ideas y propuestas de cada uno de los aspirantes a regir los destinos políticos y administrativos de Barrancabermeja durante los próximos 4 años y a partir de esa oportunidad es posible sacar algunas conclusiones generales.
En primer lugar, algunos aspirantes parece que no se han dado cuenta que buscan que los elijan alcalde de Barrancabermeja, no procurador, o contralor, o fiscal o personero. En su afán por repetir una vieja fórmula política se quieren convertir en adalides, en héroes, en paladines de unas luchas que no les corresponden.
El papel del alcalde está claro y regido por la ley, no busquen, por ganar el favor popular, otros que ni les corresponden ni tienen el tiempo o la capacidad para hacerlo.
Un alcalde debe administrar recursos para el beneficio de la comunidad, no son agentes de la justicia, ni investigadores, ni mucho menos organización no gubernamental, ONG. Los candidatos deben aterrizar su discurso y dejar atrás tanta retorica improductiva.
En segundo lugar, y relacionado con lo anterior, a casi todos los candidatos si se le quita la palabra corrupción se quedan sin ideas, quedan huérfanos de discurso. Esa vieja fórmula de la lucha contra la corrupción no solo es engañosa, sino que inútil.
Es cierto que los funcionarios públicos deben actuar con transparencia y honestidad, pero hay que decirlo, el alcalde no tiene facultades ni funciones de lucha contra la corrupción, ese no es su papel, ni esa es su responsabilidad, pues hay otros funcionarios del Estado que hacen eso. Por este tipo de discurso es que la comunidad desconfía de los políticos, por prometer cosas que no pueden cumplir.
En tercer lugar, los candidatos a la alcaldía siguen sin priorizar y prometiendo el oro y el moro. Hay que ser sensatos y conocer a fondo como está funcionando el municipio para hacer compromisos sobre cosas realmente necesarias y que se puedan hacer. Es indispensable desarrollar proyectos y acciones que tengan un impacto positivo en la calidad de vida de la población y no plantear propuestas solo porque suenan novedosas, falsamente, y que realmente solo buscan llamar la atención y atraer votantes pero que en nada generan bienestar en la población. Hay que dejar atrás esas propuestas rutilantes y fantásticas para más bien centrarse en la realidad local.
En cuarto lugar, pareciera que existe un desconocimiento sobre la inflexibilidad del presupuesto y las dificultades económicas locales. La transición a distrito va a requerir esfuerzos no solo administrativos sino económicos que, sumados al endeudamiento, la realidad tributaria y económica local, va a generar que el presupuesto municipal tenga grandes limitaciones que no van a permitir grandes inversiones.
Es cierto que se pueden gestionar recursos por otras fuentes, pero nada garantiza la llegada de esos recursos, en especial cuando el gobierno nacional pasa también por un periodo de ajuste y restricciones.
Además, muchos de esos procesos requerirán contrapartidas locales que no es posible determinar su cuantía y que demandaran esfuerzos locales. Todo esto es una limitante real de la capacidad de gestión local por fuera de los compromisos legales, económicos y sociales que existen.
En quinto lugar, el turismo se ha convertido en la muletilla de la mayoría de los candidatos, que plantean esa actividad económica como la salvación de la economía y la sociedad local. En este sentido hay que señalar que los esfuerzos que desde diferentes entidades se vienen implementando en la materia solo verán resultados en el mediano plazo, dentro de 5 o más años, y esto debido a que esta actividad apenas está concibiéndose a nivel local y es necesario que se cree no solo un clima de negocios en la materia, sino que se vayan dando una serie de inversiones que permitan al sector crecer y eso apenas comienza.
En este punto se hace necesaria una concertación entre gremios económicos, gobierno municipal y aliados departamentales y nacionales que apenas arranca, lo que indica que sus resultados tardaran en llegar. Así que es indispensable señalar que en el corto y mediano plazo el impacto del turismo será limitado en la economía local y no se puede descuidar el presente, que requerirá acciones inmediatas para contrarrestar la contracción de la industria petrolera.
Por último, cabe destacar que la mayor parte de los candidatos no han presentado una postura contundente frente al tema del petróleo, en particular sobre la modernización de la refinería. Es cierto que todos han manifestado estar en contra del fracking, otro tema sensible en la materia pero que podría ser de gran impacto económico y social para el municipio. Pero frente a la modernización de la refinería se ha guardado silencio, algo que es preocupante porque en términos económicos y tributarios la refinería de Barrancabermeja es fundamental para la supervivencia del municipio y la modernización de esta tendría un gran impacto en la comunidad.
Es cierto que no es algo que dependa de la voluntad del alcalde, pero es necesario gestionar y presionar a Ecopetrol y al gobierno nacional sobre esta cuestión, el gobierno actual avanzo, pero no se puede dejar eso atrás, es necesario retomarlo y sentar una posición, además hacer los esfuerzos posibles para que se haga esa inversión. Este es un tema central para Barrancabermeja y está siendo dejado de lado con pésimas consecuencias para la comunidad.
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