Editorial El Medio Magdalena
En los últimos años se ha venido gestando en la ciudad un movimiento no declarado pero público de renovación en todos los ámbitos sociales, donde figuras nuevas y jóvenes vienen por un lado destacándose en actividades económicas, sociales y políticas, y por otro lado están ocupando cargos de gran importancia y con excelentes resultados.
Así que ahora es posible ver estas figuras se destacan en actividades del sector público y privado, tomando el liderazgo en temas sociales y trabajando por el desarrollo local.
Este cambio ha significado un aire nuevo para la ciudad y ha permitido que se empiece a ver con mayor claridad la necesidad del recambio generacional y transformación de forma de pensar, indispensable para iniciar y consolidar procesos de cambio que se han generado en la ciudad.
La renovación ha sido algo anhelado en el municipio, pero la mayor parte de las veces ha sido solo el proceso de cambiar una figura por otra, sin una transformación real, sin una verdadera evolución. Lamentablemente se ha visto como varias generaciones se han perdido y otras no han sido aprovechadas realmente por la falta de un proceso de renovación en todas las esferas de la vida social, lo que ha ocasionado un atraso para la ciudad, pues no se dieron las oportunidades para muchos y se desperdició mucho talento local, culpa de ello la tuvo el conflicto armado y las prácticas de exclusión política y social.
En este momento, y por diversas circunstancias, se ha empezado a consolidar un proceso de renovación en diferentes áreas de toda la ciudad, algo que hacía mucho tiempo no sucedía y que le da un aire fresco a comunidad.
Es posible ver como en diferentes organizaciones sociales, comunales y sindicales vienen consolidandose nuevos liderazgos, que con un trabajo permanente vienen aportándole al beneficio de la población. Así mismo, nuevos emprendedores vienen impulsando la actividad económica local, que usan la creatividad y la innovación como herramientas de trabajo.
En el sector público también se están mostrando caras nuevas tanto en la administración como en el quehacer político, donde nuevas formas de hacer política, propuestas innovadoras y gestión pública destacan a esas nuevas figuras.
Es momento de respaldar la renovación, de darle la mano a quienes se la están jugando con sus negocios, con su gestión y con su trabajo por todo el municipio, que han trabajado duro para salir adelante y que a veces no son apreciados ni reconocidos por la sociedad.
A esas nuevas figuras, a los empresarios, a los líderes sociales, a los funcionarios y a los políticos, es necesario apoyarlos de verdad, hay que creer en lo nuestro, no como discurso sino como realidad. Por eso es necesario darles la visibilidad y al mismo tiempo respaldarlos, por eso se hace indispensable comprarles a ellos, defender su trabajo, apoyar su labor e impulsar sus propuestas, como medio para que esa renovación se concrete cada vez más y amplié su rango de influencia, al tiempo que nuevas figuras se animen y apuesten por el municipio.
Hay que evitar caer en la trampa de algunos que posan como renovadores, no se puede seguir apoyando caras nuevas simplemente por su novedad, es necesario hacer un ejercicio serio de evaluar y ayudar a quienes vienen trabajando por mejorar la calidad de vida de la comunidad y quienes proponen verdaderos cambios para la gente.
No se pueden seguir apoyando a los mismos de siempre, que se han dedicado a entorpecer el desarrollo de la ciudad por años, que se disfrazan con múltiples discursos pero que en el fondo son más de lo mismo.
Hay que jugársela por los que se la dan todo por el bienestar de la comunidad, los que vienen trabajando seriamente, no por temporadas, para el beneficio de todos y no solamente por el beneficio particular.
Los procesos de renovación social no son sencillos, toman tiempo pues requieren que se maduren los protagonistas, Barrancabermeja por causa del conflicto armado y la exclusión perdió varias generaciones que pudieron haber aportado mucho al desarrollo pero que lamentablemente se perdieron.
En este momento surgen nuevas figuras y es necesario que la comunidad les dé una oportunidad, comprándoles, defendiéndolos, apoyándolos y respaldándolos, pues la población los conoce y vienen trabajando en beneficio de la gente.
Es momento de dar oportunidades a quienes realmente se las merecen, hay que superar la desconfianza y el escepticismo ciudadano para poder superar los problemas del municipio, y en esta tarea hay que darle la oportunidad a las nuevos valores que se vienen destacando por su compromiso, entusiasmo y trabajo.
No hay que olvidar que si se repiten las mismas formulas se obtendrán los mismos resultados.
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