Por: Cristhian Gutiérrez Martínez
Con menos fuerza, organización y credibilidad, algunas personas con discursos acomodados y oportunistas quieren encontrar en el ‘populismo ambiental’ réditos políticos a costa de la imagen, la tradición y la economía de una región como Barrancabermeja que, ubicada geográficamente en medio de un entorno completamente natural, se ha desarrollado a la par con la industria del petróleo.
Ese ‘populismo hipócrita’ es utilizado por algunos desesperados opositores de Darío Echeverri, con discursos revanchistas que —sin exagerar— ya están a punto de culparlo hasta de que en Barrancabermeja no pudimos apreciar, en su verdadera magnitud, el reciente ‘eclipse de sol’ de hace un par de días, empecinados en elucubraciones imaginarias o ‘pajazos mentales’ para inventarle historias al alcalde que, por el contrario —con obras, ejecuciones y respetando la palabra empeñada en campaña— le viene cumpliendo a la ciudad.
No es solamente en el terreno ambiental, también lo atacan por todos los frentes. Andan desesperados, buscando munición para la campaña electoral que se avecina.
Como ‘carroñeros’ en medio de un basurero, algunos de ellos están pendientes de cualquier lamentable suicidio en la ciudad para decir que «es un tema de salud pública en cabeza del alcalde», sin respetar el duelo de los familiares del difunto y sin examinar que estos dolorosos acontecimientos se dan en todas partes del mundo, aún en los países desarrollados, derivados de enfermedades mentales como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, el alcoholismo o el abuso de sustancias entre otras muchas causas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo diariamente se quitan la vida 3.000 personas, lo que al año significan 1.095.000 de casos. Entonces —según los ‘desesperados opositores’ de Darío Echeverri— los alcaldes de las diversas ciudades del mundo serían «los responsables de los suicidios en todo el planeta».
¡Háganme el favor!
Si un concejal se cae y se causa una herida en su nariz, inmediatamente escriben un documento articulado para señalar que «Darío le hizo la zancadilla».
Llegan al extremo de decir que «no hay que invertir en los artistas locales, porque Barrancabermeja se merece conciertos internacionales, con palcos VIP y costosas tarimas pagadas con nuestros recursos públicos», pero, por el contrario, si el alcalde estuviera mal gastando la plata, en conciertos multimillonarios, ellos serían los primeros en salir a criticarlo por «despilfarrador de nuestros recursos».
Como dice el adagio popular: “Hagas lo que hagas te van a criticar». Se oponen a que se haga una cosa y si no lo hace lo critican por no hacerlo.
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Así son estos ‘personajes’.
Con el fracaso de la revocatoria se desaparecieron los ‘magistrados’, los ‘jurisconsultos’, los ‘geólogos’, los ‘astrólogos’ y los ‘zares anticorrupción’ que —aparentemente— estaban «preocupados por la ciudad» pero, soterradamente, (a escondidas y frontándose las manos de la felicidad), planeaban volver a manejar los recursos del municipio.
Ahora, aparecen como el lobo, ‘vestidos de ambientalistas’ con el tema del fracking.
Es verdad que tenemos todo el derecho a estar expectantes e interesados en el tema, a cuestionar y rechazar esta técnica de exploración petrolera, pero lo inadmisible, lo infame y lo despreciable es que estos ‘seudo ambientalistas’ estén como el atacante de un equipo de fútbol, ‘ajustando’ el ángulo en el área de las 18 yardas, para con una patada, pretender meterle un gol al alcalde.
Son opositores que quieren hacer creer que «el alcalde es el responsable de todo lo malo en materia ambiental». Ese es el asqueroso trasfondo de algunos supuestos ‘ambientalistas’ locales. Por fortuna no todos piensan así.
Entonces, nos encontramos personas que —sin ser profesionales o estudiadas en el tema— repiten como el loro de doña Ramona: ¡No al fracking! solo por la mala fama publicitaria que se ha ganado esta técnica de explotación petrolera, pero nunca permitiendo un debate técnico y científico con los que saben y dominan el tema.
Para ellos la ciencia «no puede avanzar más».
Igualmente, para ellos, el conocimiento científico, en materia de exploración petrolera, se quedó ahí «estancando para siempre en la misma técnica que usaba la Troco en los años 20» y la civilización, según ellos «está condenada a no conocer los perfeccionamientos de los diversos sistemas de exploración petrolera», simplemente porque «ellos lo dicen así» y punto.
Para ellos nadie más puede opinar sobre el tema porque de una vez es señalado de ‘delincuente’. Ni siquiera los geólogos o ingenieros de petróleos, así tengan títulos especializados en importantes universidades de talla mundial. Tampoco aceptan debates públicos, abiertos, con los especialistas en la materia.
Todo es insulto, todo es a la brava, solo quieren involucrar al alcalde en las cosas malas que «ellos se imaginan», buscando réditos políticos y pescando en río revueto.
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¿Cómo la ven?
¡A otro perro con ese hueso!
Lo que me causa curiosidad es que estos ‘neo ambientalistas’ son los mismos que apenas hace un par de años contrataban con sus ‘fundaciones’ en gobiernos anteriores desayunos por $ 200.000 cada uno, pero además, «cobraban por alimentar a 20 abuelos cuando solo alimentaban a 10 ancianos» o hacían eventos culturales que se facturaban varias veces, a precios exagerados, como por ejemplo, «una simple escoba de barrer, que la vendían al municipio en $ 15.000 pesos».
Lo que más me impresiona de todo esto es que muchos de los ‘neo ambientalistas’ son los responsables de los gobiernos anteriores, que durante años crearon las dificultades actuales y son los que ahora salen a ‘rasgarse las vestiduras’, pidiendo soluciones inmediatas a Darío y culpándolo hasta del reciente eclipse de sol.
No podemos negarnos a nuestra identidad.
Nuestra idiosincrasia huele a petróleo. Hoy la opción de reactivación económica está en esta técnica que, aunque riesgosa, (nadie lo está negando), de ser manejada con seriedad y responsabilidad, puede ser una nueva oportunidad —en por lo menos 7 u 8 años— de desprendernos definitivamente de la ‘petroeconomía’ tan controversial en nuestro desarrollo y de la que —inevitablemente— tarde o temprano nos desligaremos.
ADENDA: Barrancabermeja necesita hoy el PMRB para continuar desarrollando lo que mejor sabe hacer, la actividad petrolera, afortunadamente los ‘populistas ambientales’ no tienen eco por lo ‘oportunistas’ de sus posiciones. Ya sabemos que querían montar empresas familiares con dineros públicos, pero quedaron al descubierto.
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CRISTHIAN GUTIÉRREZ MARTÍNEZ es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected] / Siga a Cristhian Gutiérrez en twitter: @CristhianGtz / Lea el blog de Cristhian Gutiérrez: http://cristhiangtz.blogspot.com/