Editorial El Medio Magdalena
No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague, reza el refrán español, el cual nos cae como anillo al dedo ahora que el futuro se hace presente. Con el otorgamiento de las facultades plenas por parte del Concejo Municipal al alcalde de Barrancabermeja se da comienzo con pie derecho al proyecto político denominado Ciudad Futuro.
Comienza un nuevo gobierno local y la ciudad está a la expectativa de lo que sucederá en los próximos años. Este nuevo escenario político también representa nuevas expectativas para la ciudad, pues este cambio podría significar nuevas posibilidades para el desarrollo local. Sin embargo, para no caer en falsas aspiraciones habrá que ser prudentes y esperar las posiciones que tome el nuevo gobierno en temas como el empleo, las vías, la educación y la salud entre otros.
Aunque para muchos sea aun muy temprano tan solo trascurridos los primeros 30 días para hacer un balance de la gestión de este gobierno (igual no es la idea de este editorial), podemos observar de manera aislada algunas de las acciones o situaciones que les ha tocado sortear o manejar durante este tiempo.
La primera vino por cuenta de la comunidad del corregimiento El Centro por una vieja y sentida necesidad del pueblo barranqueño con relación a la falta de oportunidades de empleo para la gente de la ciudad.
Olvidando sus promesas de campaña, hábilmente el gobierno municipal le tiro la pelota a Ecopetrol y tan solo se ofreció como observador en un tema que durante campaña prometió resolver como una de sus primeras y más importantes acciones. Hasta ahora de parte del gobierno local no se tiene una propuesta conocida para tratar de resolver este problemática, no solo de la gente del Centro sino de toda la comunidad barranqueña.
En el tema de los moto piratas y de los decretos que el pasado gobierno emitió y que en su momento generaron gran controversia, las cosas siguen del mismo modo, con un lacónico “se llegó a un acuerdo para trabajar paralelamente en una mesa de concertación” nuevamente, al igual que con el tema del empleo, el gobierno local le dio largas a un tema neurálgico para la ciudad.
Otra gran preocupación que se despierta entre la ciudadanía es el estado de la malla vial y las posibles soluciones y propuestas de este gobierno para resolverlo. Pasa el tiempo y el deterioro de las calles va en aumento.
En estos temas la ciudadanía tiene la fe puesta en la Alcaldía Municipal, que es la llamada a resolver los problemas de las vías, el trafico de la ciudad y señalar una verdadera visión de ciudad y de una planeación del desarrollo local así como de una política de movilidad acorde a una ciudad como la nuestra para evitar que sigamos viviendo el calvario diario que sufrimos usando nuestras calles. Sin dudarlo la responsabilidad de esto recae en el alcalde municipal y su gabinete.
Es cierto señalar que sobre el tema de vías, las actuaciones de las administraciones municipales anteriores han estado rezagadas de las necesidades locales, lo cual implica un gran reto para el actual gobierno local, esperamos todos que se comporte a la altura de las necesidades y solucione debidamente el rezago de la ciudad en esta materia.
Temas como el de la avenida del Rio, la ampliación de vías arterias o el adecuado mantenimiento de la malla vial deben ser abordados con planeación, con visión estratégica, atendiéndolos oportunamente para que la ciudad no sufra por la falta de definición en estas materias como ha ocurrido en pasados gobiernos. La pavimentación de las vías debe ser rápida, planificada y sin corrupción ni sobrecostos, para obviar los consabidos problemas de movilidad en sectores claves de la ciudad y así evitar que estas obras (como ha ocurrido en el pasado reciente) dejen mas atraso y problemas de los que existían antes.
Es necesario señalar que la actual dinámica económica del municipio demanda una serie de acciones estatales para hacer que esta coyuntura se convierta una fase permanente de desarrollo.
Es el momento para que la ciudadanía le exija a su Alcalde acciones concretas y planeación del desarrollo que se traduzcan en obras y soluciones indispensables y al mismo tiempo le pida al Concejo Municipal que se involucre, tomando las acciones de control necesarias. El tiempo pasa y le cuesta cada vez más a la ciudad y a su población.
El compas de espera necesario que se debe dejar al gobierno del futuro no podrá durar mucho frente a las necesidades de la ciudad y las acciones que deben tomarse. El verdadero reto será encontrar el puente entre las promesas de campaña y las realidades del gobierno.
