Por Hernando Flórez Anaya
La necesidad de vivienda en nuestro territorio es algo realmente alarmante, hay un déficit de más de 25 mil viviendas, lo cual ha presionado el aumento exagerado y desmesurado de los arriendos por un lado y ha profundizado dramáticamente la pobreza extrema, la falta de vivienda digna para los barranquenos es una verdad dolorosamente desgarradora, no hay posibilidad de tener una vida decorosa sino se tiene un techo para vivir con dignidad.
La economía de nuestro país, se mueve mucho por la generación de empleo de la mano de obra no calificada, y el sector de la construcción es la que más genera este tipo de empleo, así que generar vivienda no solo garantiza empleo a gran escala, dinamiza la economía y permite que haya ingresos en las familias, sino que construir vivienda es también un imperativo necesario, un derecho de los barranquenos y una tarea inaplazable para el nuevo gobernante de la ciudad.
Por otro lado nuestra ciudad debe preparar a nuestras nuevas generaciones desde ya, el nuevo mundo es digital y los niños y niñas son nativos digitales ese es el ambiente en el que nacieron, en el que van a crecer, donde van a competir y donde triunfaran o fracasaran.
No proveer las herramientas tecnológicas para este mundo es un pecado de lesa humanidad, es condenar a miles de niños y niñas al fracaso anticipado, la mejor arma contra la pobreza es la educación y en el actual mundo globalizado es una necesidad prepararlos bien, hay que hacer posible una buena infraestructura, capacitación permanente y mejores salarios para los maestros y herramientas como los computadores para los niños.
También se hace necesario que nuestros jóvenes puedan acceder a la universidad, por eso es importante crear becas que permitan financiar sus estudios, además de invertir en nuestros colegios y en la INUPAZ y la UIS, estas inversiones son las que van a producir el verdadero cambio, ningún país ha logrado desarrollarse sin invertir en la calidad de su talento humano.
La educación y la vivienda son necesidades apremiantes e inaplazables, ningún dinero destinado a mejorarlas será suficiente, hay que invertir todo el que se pueda, con tal de garantizarles un futuro a las nuevas generaciones y vivienda e ingresos a las actuales, no debe haber excusa de ningún tipo, el presupuesto lo tenemos, solo se necesitan capacidad de trabajo, ganas y decisión